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Reseña: LG G3, el Android del verano

LG

LG podría ser considerado el caballo negro dentro de la carrera de los smartphones con Android: no tienen el presupuesto desmedido de Samsung, ni el toque japonés de Sony o el empuje occidental de Motorola. Sin embargo, gracias a sus múltiples intentos y acertados equipos, la división de telecomunicaciones de la compañía surcoreana cada vez lo hace mejor.

La más reciente prueba de esto es su nuevo caballo de batalla: el LG G3, el cual está destinado a convertirse en el Android del verano, con muchas prestaciones y características que ponen celoso a la competencia (al menos hasta dentro de un par de meses, cuando Samsung, Sony y Motorola anuncien nuevos equipos, je).

Le dimos una calada al LG G3 durante un par de semanas, y esto fue lo que nos pareció:

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A FAVOR

Nos impresionó de manera notable su batería: estuvimos durante dos días tomando múltiples fotos, utilizando aplicaciones, navegando por la red e incluso viendo programas en Netflix y Spotify sin problema; al finalizar el segundo día de ardua labor, pidió a gritos volver a ser conectado a la electricidad, pero fue un logro rendir así, sobretodo en contraste con su competencia. (Te estoy hablando a ti, Sony Xperia Z2…)

La cámara cuenta con tecnología que utiliza un láser inocuo (o sea, que no te hace daño, we) para poder enfocar con precisión y calcular la distancia a la cual está lo que estás tratando de fotografiar. Adiós a tus fotos movidas, de verdad. (Sin embargo, más detalles de la cámara en la sección en contra).

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El teléfono aprovecha que utiliza la más reciente versión de Android, KitKat, y utiliza también toda la amplitud de su pantalla, por lo que puedes dividirla virtualmente y tener un video de YouTube en la parte de arriba, reproduciéndose en perfecta calidad, y abajo un documento con notas; pa’ que no digan que no puedes hacer dos cosas al mismo tiempo.

EN CONTRA

– Muchos dirán que es la tendencia y que para todo hay un mercado, pero, para un servidor manejar un teléfono de 5.5 pulgadas es casi casi una tarea titánica. No, no tengo las manos pequeñas (ejem…). Sí, sí tengo un iPhone como mi teléfono principal. Pero, de verdad, los “zapatófonos” que existen en la actualidad me resultan incómodos al hablar, al guardar en la bolsa del pantalón y ni trates de meterlo en la bolsa de tu camisa, porque es casi menos que imposible. 

– Así como te contamos que el G3 tenía una cámara impresionante, tenemos que advertirte algo: en escenas nocturnas, es mejor que alguien de tus amigos saque las fotografías, porque nomás nunca encontramos la manera perfecta de tomarlas.

– Como detalle menor, lo intentamos enlazar varias veces a dos televisores para utilizarlo como control remoto (una de las opciones que viene por default en su centro de notificaciones) y nomás no lo conseguimos, por más que seguimos cada uno de los pasos que mostraba en pantalla. Pecata minuta, pero es conveniente notarla también.

CONCLUSIÓN

LG tiene en su portafolio un smartphone digno de competir con cualquiera que se le ponga enfrente: los surcoreanos aprenden con cada nuevo modelo de celular a hacerlo mejor y en este equipo vuelcan años y años de experiencia. Con más cuidado al detalle y quizá un poco más de presupuesto, podrían convertirse en el referente del mundo Android muy pronto y no sólo del verano.