Chilango

Los riesgos de nunca apagar el WiFi de tu cel

(Foto: Getty Images)

Lo vamos a poner simple: tener la antena de WiFi de tu smartphone prendida todo el tiempo es como darle vuelo a la hilacha, ponerle Jorge al niño o dejarla cayetana sin protección.

Puede que seas de los que lean la nota y digan: “A mí los hackers (crackers realmente) me la pe…”, “yo no tengo datos sensibles entonces no me preocupo”, o el clásico “esas cosas no pasan, se ve que Chilango nada más quiere asustar”.

De acuerdo con una encuesta realizada por Avast a más de 8,000 usuarios, más del 75% de los mexicanos reconoció que nunca o “sólo algunas veces” apaga la antena WiFi de su equipo y 76% dijo que prefieren conectarse a las famosas redes inalámbricas públicas que no requieren contraseña para acceder a ellas.

El riesgo principal de andar con la antena encendida de teléfono 24/7, es que a diferencia de las computadoras, los smartphones y tablets incluso en modo de reposo continúan recibiendo y transmitiendo información.

Aquí los tres riesgos más comunes de navegar en redes públicas o de nunca apagar tu WiFi.

1. Un trío doloroso

Los llamados Man in the Middle (MitM) u Hombre en el Medio no se trata de una posición sexual buena onda para experimentar con tu compa y tu novia en la fase curiosa de la vida, sino que son un tipo de ataque que le permite al raterillo digital “leer, insertar o modificar mensajes entre dos puntos, sin que ninguna de estas dos conozcan que existe un tercero colgado de la comunicación”. O sea el famoso: “tenemos pájaros en el alambre”.

Este tipo de ataques son particularmente peligrosos pues permiten al atacante recibir toda la información que el usuario esté transmitiendo desde su dispositivo.

¿Cómo sucede?

Aunque requiere cierto dominio técnico, los MitM son más fáciles de ejecutar en redes públicas como las de cafeterías, pues al estar abiertas la comunicación dentro de esas redes no siempre viaja cifrada, lo que permite al atacante conocer o recabar los paquetes de información que podrías estar enviando entre tu móvil y tu servicio de banca en línea o tus redes sociales.

¿Cómo defenderse?

La recomendación es utilizar programas o servicios de redes virtual protegidas, conocidos como VPN que cifran todo los datos de navegación entre el dispositivo móvil del usuario y el punto de comunicación.

Otra opción es navegar en sitios que manejan el protocolo o capa de seguridad de transferencia de hipertextos, mejor conocido como HTTPS. Esto lo puedes verificar si cuando tecleas la dirección del sitio o servicio web al que planeas ingresar este comienza con https://.

2. El wey que dice ser un wey y realmente es otro wey

Los ataques de WiFi Spoofing pueden ser más comunes y son posibles de ejecutar con programas gratuitos o de bajo costo disponibles en Internet. Sí, leyeron bien, por un par de pesitos podrían hacerlos ustedes mismos, pero no les vamos a decir cómo para que no se quieran pasar de lanza.

El atacante busca hacerse pasar por alguna de las múltiples redes públicas a las que tu smartphone se haya conectado anteriormente, ejemplo “Infinitum Movil” o “Starbucks”.

¿Cómo sucede?

Al tener la antena WiFi activada, cual puberto en 14 de febrero buscando motel donde erigir su amor, no es necesario que el atacante obtenga permiso para conectarse a tu smartphone pues pensará que se trata de una red ya conocida. Una vez conectada a ese falso “Infinitum Móvil”, el dispositivo pensará que se trata de una red inalámbrica legítima y si el usuario accede a sitios de comercio electrónico, banca en línea o redes sociales contrario a enviar la información a esos sitios podría estar mandándola al criminal.

¿Cómo defenderse?

Simple, apaga la antena WiFi de tu equipo cuando no se use el teléfono o tablet. Si es necesario hacer uso de redes públicas evitar realizar transacciones sensibles como pagos o compras en línea.

Depurar las redes que tu equipo ha memorizado. Aunque es más tedioso, a veces es mejor realizar de nuevo el proceso de ingreso a la red pública. No seas un promiscuo digital.

3. Gratis ni los chescos

Lo que la mona es para algunos adictos, el WiFi es para muchos jóvenes. Clásico que vas a un restaurante, hotel o comercio y lo primero que preguntas es “disculpe ¿tiene WiFi?”, cual hambriento digital. O lugar al que vamos y andamos “buscando” namás a ver a dónde nos colgamos.

En muchas ocasiones basta con crear redes WiFi que digan “Internetgratis”, “Freeinternet” o que estén simplemente sin protección para que los gandallas de la red nos roben información.

¿Cómo sucede?

Aunque muchos usuarios podrían creer que obtener acceso a internet gratis es algo bueno. A veces conectarse a ese tipo de redes puede salir muy caro, pues ignoramos por completo quién es la persona detrás de esa red y qué intenciones tiene al “regalar” el acceso web.

¿Cómo defenderse?

Si no conoces la red, simplemente no te conectes a ella. A veces es mejor esperar o pagar por acceso que comprometer información personal de cuentas de redes sociales o datos bancarios.

¿Eres un promiscuo del WiFi gratis? Respóndelo acá abajito.