Hablar sobre una colección de arte requiere tomar en cuenta varios aspectos fundamentales; hacerlo de una colección de obra adquirida por uno de los artistas plásticos más prolíficos de México tiene muchas más lecturas. Las colecciones privadas tienen características y motivaciones diferentes a las de carácter público, las segundas están generalmente ligadas al Estado y su función es acrecentar el acervo de los grandes museos o de las instituciones bajo su cargo.

El acervo del Museo José Luis Cuevas es el ejemplo de una colección que pasó de lo privado a lo público, que tiene como eje principal la obra que sus fundadores donaron en la década de los ochenta. Dicha donación se realizó al país a través del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y tiene dos vertientes: la obra de José Luis Cuevas, que es más del 70% total del acervo y la obra de artistas mexicanos, latinoamericanos y europeos –principalmente españoles– que son el 30% restante de la colección.

Este acervo muestra otra gran faceta de Cuevas, la de coleccionista , dejándonos ver un poco de sus gustos artísticos y las corrientes plásticas que predominaban principalmente en México y América Latina, pasando por lo neofigurativo de su propia obra, a los trazos firmes y figurativos de Raúl Anguiano, para encontrarnos con lo abstracto que nos remite a un ejercicio casi infantil en la obra de Roberto Matta. Estas piezas fueron adquiridas durante muchos años, en viajes, visitas a galerías e incluso de obras obsequiadas por sus autores.

A últimas fechas, la colección se ha visto aumentada por adquisiciones y donaciones de diferentes artistas que han mostrado su interés en participar en el acervo del museo, que actualmente cuenta con mil 849 obras.

Desde 1992 hasta el 2017, se han realizado 286 exposiciones, principalmente de la colección y de artistas invitados. Hemos recibido a más de un millón 200 mil personas, generando diferentes propuestas tanto en las exposiciones, como en las actividades artísticas y culturales que a bien el museo implementa, consolidándonos como un espacio referente de las artes plásticas contemporáneas en el corazón de la Ciudad.

Una de nuestras directrices fundamentales es preservar, exponer y difundir la obra artística de su fundador, por lo que las piezas de José Luis Cuevas se encuentran en constante rotación dentro de los espacios del museo. Buscamos hacer una reflexión crítica sobre las diferentes etapas creativas del artista, procurando que las exposiciones se conviertan en una revisión estética de su obra por época, temática o técnica. Así nos enfocamos en mostrar la excelencia del trazo y la relevancia del lenguaje plástico de Cuevas, considerado uno de los artistas más sobresalientes de la segunda mitad del siglo XX y parte del siglo XXI, principalmente como dibujante y escultor.

Durante 25 años, el patrimonio artístico de este recinto ha generado diversas revisiones curatoriales para los proyectos expositivos, que se han traducido en varias propuestas de guiones museográficos. Así explota la riqueza propia de la colección, dando un significado distinto cada vez a la obra expuesta, proponiendo una intencionalidad y lógica determinada.

Como Museo, nuestra tarea fundamental es seguir exponiendo y salvaguardando la obra artística de José Luis Cuevas, promover que nuestro acervo aumente y sirva para narrar la historia de la plástica mexicana y latinoamericana, a través de las corrientes estéticas de la segunda mitad del siglo pasado. Además buscamos ser un recinto abierto a la promoción de los artistas emergentes y continuar con la difusión de la obra plástica de artistas consagrados, haciendo énfasis en la generación de la ruptura. De esta manera, damos continuidad con el cometido inicial de los fundadores del Museo José Luis Cuevas: ser un espacio en donde se pueda disfrutar de lo más representativo de las artes plásticas.