Cuando anunciaron que The Who vendría por primera vez a la Ciudad de México una horda de veteranos melómanos anegaron las redes sociales, perfiles con más de 40 años preguntaban por precios y lugar para abrir la cartera y desembolsar a discreción. El Palacio de los Deportes fue elegido ya que el Foro Sol no podía ser tocado en octubre por la F1.

Los ingleses retrasaron su llegada a México al menos tres décadas, sólo Pete Townshend (guitarra) y Roger Daltrey (vocalista) sobreviven, a John Entwistle (bajo) y Keith Moon (batería) los consumieron los excesos en 1978 y 2002.

Es la mitad de la genial banda que tuvo una fecha agendada en el Foro Sol en 2007, pero fue cancelada por una enfermedad respiratoria del vocalista. La reventa aprovechó el día cercano a la quincena, la euforia y necesidad de muchas cabezas entrecanas sin boleto para ofrecer hasta en cinco mil pesos un boleto de gradas.

Recién desempacados del mítico Desert Trip, celebrado en California junto a Roger Waters, Neil Young, Bob Dylan, The Rolling Stones y Paul McCartney, un anuncio aparecía: “Guarden la Calma, Ya Viene The Who”

A las 21:38 horas, “I Can’t Explain”, “The Seeker” y “Who Are You?” sonaron, algunas banderas inglesas ondearon celebrando la habilidad de las prodigiosas manos de Townshend ¡Era The Who en México… Era real!

“The Kids Are Alright” rejuveneció a varios cincuentones, el “Flower Power” sesentero se respiraba.

No voy a intentar hablar en español, es la primera vez que venimos aquí y estamos contentos de que hayan venido”, dijo el guitarrista con voz aguardientosa.

Su generación los invocaba, miles olvidaron las reumas y los achaques mientras coreaban “People Try To Put Us Down…Talking ‘bout My Generation”. “Behind Blue Eyes” mostraba un ojo con un azul profundo, Keith Moon emergía de una pupila.

“Join Together”, “5:15”, “I’m One”, “The Rock” y “Pinball Wizard” repasaban 50 años de hacer discos, son cinco décadas de sobrevivir al rock y la fatiga no resalta, siguen siendo intrépidos… ¡Los verdaderos rockstars no se cansan!

Olé, Olé, Olé, Olé… The Whoooo… The Whoooo…“, así celebraban la llegada de “Baba O’Riley” y “Won’t Get Fooled Again”, descargas de energía pura y que hizo brincar fatigados cuerpos que han sido fieles devotos a la banda inglesa.

México tiene magia, la transmite a cualquier extranjero que pise suelo nacional; contagiados por una inmensa vibra, sorprendieron con un encore inédito en la gira: “Eminence Front” y la potencia de Substitute cerraron un ciclo de vida de espera para verlos en vivo, algunos hasta lágrimas derramaron.

Se ignora si algún día volverán a pisar territorio nacional, pero si esta fue la única vez que The Who estuvo en México fue épica, única, histórica…

También lee:

Bob Dylan se lleva ¡el Nobel de Literatura!

Cómo visitar el teleférico de Ecatepec sin morir en el intento

Buffets monotemáticos