Los Talking Heads en una muestra esencial de su trabajo. Es un concierto, y es una obra de arte al mismo tiempo. ¿Qué lo hace tan especial? Ellos. La elegancia y elegante humor de David Byrne, la ausencia de luces de colores, las poquísimas tomas del público y una banda con una propuesta interesante es lo que hacen de la película una gozada de principio a fin.

Hasta Roger Ebert le dio tres estrellitas y media. Sí, Roger “odio los videojuegos pero uso mis dos pulgares para otra cosa, un poco más inútil” Ebert.