Fiesta con F de Franz…

Bastaron tres minutos.

Los tres minutos que dura "Bite hard" para que Alex Kapranos
se diera cuenta de algo que todos sabíamos de antemano: Franz Ferdinand es una
banda para sentir, para vibrar con la energía que expiden sus acordes, para
bailar con su melodía escocesa; y no para estar sentado en las incómodas
butacas del Auditorio Nacional.

Por eso, después de "Bite hard" y la explosión que desató "Dark
of the Matinee", la banda liderada por Kapranos, pidió silencio y nos dijo: «Acérquense,
es una fiesta, los queremos ver bailar». Y lo hicimos, decenas (¿cientos?) de
fans nos acercamos hacia los pasillos y fuimos hacia el escenario, el cual ya
estaba abarrotado, era como estar en una primera fila ficticia. Justo cuando la
banda entonaba "This Boy"… el bajo y la guitarra, quedaron sin audio. La batería
y la voz de Alex K., comenzaron a sonar confundidos hasta que segundos después,
el sonido se fue por completo.

El cuarteto se notaba molesto, sin saber qué hacer y
abandonaron el escenario. Yo intenté colarme entre la gente y estar más cerca,
pero fui detenido de una forma soberbia por la gente de seguridad: «Regresa a
tu lugar, o la banda ya no va a tocar».

Así fue la amenaza: si no regresábamos a nuestros asientos, no
más Franz. Muchos lo hicieron… había hordas de gente subiendo por las escaleras
y acomodándose en las butacas. Chequé mi twitter y la empresa organizadora
anunció que "había una falla de sonido". Sí, claro… quién sabe, tal vez fue una
especie de castigo hacia la banda por alterar el orden Godín del Auditorio, o
una excusa para hablar con ellos en el backstage. Este episodio duró cerca de
15 minutos, entonces, entre la chifladera del respetable (qué asco, usar este
cliché: "el respetable"), la banda volvió salir, recargada, desafiante y
dispuesta a reparar el tiempo perdido con una recopilación de greatest hits: "Do
yo want to", "No you girls", "Can’t stop feeling", "The Fallen" y "Ulysses".

Ya era un buen concierto, pero, este adjetivo, es débil para
describir la noche.

Porque fue un evento memorable del cual seguirás hablando
durante otras noches, y con el cual vas comparar a las siguientes bandas que
vengan a México. Franz Ferdinand tuvo al menos cinco momentos que los fans ya
almacenamos en nuestra mente musical:

a)
Sorprendieron tocando "Take me out" al inicio de su setlist. El coro
de más de 10mil personas y el protagonismo que le dio la banda al público fue épico.

b)
La interacción que tuvieron con los fans que
estaban hasta delante: siempre se agradece, sobretodo cuando Nicholas McCarthy, se lanzó al público durante cerca de
un minuto mientras tocaba la guitarra. ¡Ah!, y el coro de "Michael", en el cual
todos tarareamos la canción. Uf. Aplausos.

c)
Antes del encore, colocaron una batería al
centro del escenario y los cuatro tocaron impecablemente al mismo tiempo. Fue
una postal que puso la cereza sobre el pastel.

d)
La segunda parte del concierto fue abanderado
por una de las pocas canciones "tranquilas" que hubo en el repertorio nocturno:
"Walk away", sin duda el momento más emotivo de la noche.

e)
Después de dedicarle a México "All my friends"
(Cover de LCD Soundsystem), cerraron con el combo ligado de "This fire" y "Lucid
dreams". Bravo.

Bastaron cerca de 90 minutos, para que Franz Ferdinand no sólo
nos pusiera a bailar y a sudar con su rockarnval ambulante, bastó hora y media para
que su música, sus letras y energía se quedaran plasmada en un Auditorio
Nacional, que les quedó chico.

Porque Franz Ferdinand es una fiesta que se debe vivir de
pie y con los pulmones explotando, o en la oscuridad una matiné.

Aquí tienen el setlist

  • Bite Hard
  • The Dark of the Matinée
  • This Boy (interrupción)
  • Do You Want To?
  • Auf Achse
  • No You Girls
  • Tell Her Tonight
  • Can’t Stop Feeling
  • Take Me Out
  • Turn It On
  • The Fallen
  • Michael
  • Van Tango
  • 40”
  • Ulysses
  • Outsiders
  • Walk Away
  • All My Friends
  • Darts Of Pleasure
  • What She Came For
  • This Fire
  • Lucid Dreams