Los chilenos Astro son una de las bandas andinas más queridas en nuestro país, lo cual es curioso pues apenas hace unas semanas lanzaron su segundo LP llamado Chicos de la luz.

Durante la Semana de las Juventudes en el DF, la banda dio un gran show y días después pudimos platicar con Zeta (teclado y voces) y Lego (bajo y percusiones) en la comodidad de una sala del hotel donde se hospedan.

A continuación puedes ver lo que platicamos.

¿Como los ha tratado el DF?

Lego: Muy bien, saliendo de una gripe pero bien. Nos llevamos cuatros días en cama, con fiebre. Yo toqué en el Zócalo con fiebre el sábado, y el domingo ya estábamos fuera, tocamos en Texcoco, pero ya estamos mejorados.

¿Por qué fue que se tardaron tanto en lanzar su nuevo trabajo?, ¿qué hicieron todo este tiempo?

L: Estuvimos tres años girando con el show pasado y básicamente eso te consume, la gira te consume mucho tiempo de estar en casa, de poder trabajar en el estudio. De hecho, varias canciones se hicieron ahí en el proceso de gira, en hoteles, o en casas de amigos.

Z: Además el disco anterior salió como desfasado en distintos lados. Salió primero en Chile, luego en México, otros meses después en España, entonces había que seguir promocionándolo y nos tocó viajar harto.

¿Ese desfase lo ven como algo bueno, como algo que les gustaría repetir?

Z: No, ahora se está haciendo todo al unísono. Fue lo que tenía que pasar en ese entonces que recién estábamos haciendo alianzas con otros países. Era algo que iba a pasar así, ahora está todo planeado para que sea al mismo tiempo y los viajes sean más seguidos y no tarden tantos meses. Una cosa como de logística, más bien, si no uno no se da cuenta y ahí ya pasaron cuatro años.

¿Cuál es su opinión del resultado final?

Zeta: Es un trabajo que viene después de cuatro años sin hacer casi nada, sin publicar nada. Sí componiendo, pero como para puertas adentro. Un trabajo bien intenso, concentrado. Estuvimos grabando las baterías en Sao Paulo; el teclado, las voces y postproducción en Santiago. Por primera vez Andrés se delega un poco de la mezcla, le da el pase a Lego… entonces se forma un método de trabajo bastante productivo, tiene varios ingredientes que hacen que veamos el producto final como satisfactorio, un trabajo que nos gusta harto y creo que representa a la banda tal cual está en este momento.

¿Cuál es su canción favorita de Chicos de la luz?

L: A mí me gustan mucho “Danza celestial y “Bardo Thodol”.

Z: A mí también me gusta “Bardo Thodol”. Es como un ritmo latino escondido, es como Gloria Estefan mezclado con… No sé, tiene como unas línea de Luis Miguel. Es muy rara la canción pero es bacán, a mí me gusta el ritmo, todo, el desarrollo.

L: La armonía de la canción es muy interesante

Z: Casi todas las canciones como que parten y se desarrollan por sí solas, como que son distintas historias que podrían escucharlas por separado. No son singles, pero sí como canciones aparte que están reunidas en un concepto. Cada canción tiene su historia.

Es lo contrario a lo que regularmente se busca para un disco, ¿no? La banda hace como una baraja de canciones y adhiere o descarta lo que se asemeje a la idea que se busca de la producción…

Z: Yo creo que fue de forma natural. Como Astro es una banda bien experimental no hay un límite de casillas para hacer una fórmula, hacer “estas van a ser tres lentas, tres rápidas”, no sé. Como que todo surge de manera natural: si se adapta al disco está bien, si no, no.

Mencionaron que, debido a la gira, compusieron muchas canciones en los viajes, ¿qué les gusta más o les parece más sencillo, trabajar en hotel o darse el tiempo para sentarse a componer?

L: Justo hace unos días hablaba con Andrés del próximo disco, que queremos hacer otro disco que sea más rockero, con menos sintetizadores, más guitarra, más batería, y hablábamos de eso, de que a él le acomoda más hacer las canciones ahora de agarrar la guitarra, estar más tranquilo y hacer la vértebra de tal canción y después empezar a producirla. Este disco es un poco distinto, se hizo con máquinas primero, pensar en máquinas, luego pensar en la vértebra, luego pensar en la canción , en la letra, en la melodía vocal; incluso las melodías vocales se dejaron para el final. Lo que queremos es próximamente eso, estar más tranquilos con eso y hacer la canción como de una manera más clásica.

En los últimos, por lo menos, cinco años, los chilenos han sido bastante bien recibidos en México, y lo saben, sin embargo, de los artistas que conocemos (Gepe, Protistas, Ases Falsos, Pedropiedra), Astro parece estar un poco alejado…

Z: Yo pienso que la historia de Chile y México tiene más años, desde, no sé, La Ley y Lucybell, después Los Búnkers, siempre hay una comunicación constante, y con el cambio generacional y estilístico, por así decirlo, se vio de forma natural como que ya había un pavimento para esta nueva ola de música más popera. El Santi (Rodrigo Santi) de Quemasucabeza y el Oliver (Oliver Knust) de Discos Río Bueno (disquera de Astro), que antes trabajaban juntos, tienen harta historia con México. Oliver, nuestro manager, vivió acá en México y estuvo trabajando con Pedropiedra, entonces como que era natural que…

L: que tuviera un lazo muy directo con la Ciudad de México. Entonces, nos sentimos parte, afortunadamente, de la escena chilena, obviamente porque somos de ahí, y también de la gente que viene a tocar acá. Es evidente que somos estilos súper distintos, o sea, por ejemplo la Mena trae un concepto de pop y de sintetizadores, que sí nos asemejamos un poco pero somos algo completamente distinto. Javiera es solista, es una estrella del pop, y nosotros somos una banda.

Son como los “niños raros”, ¿no? Más experimentales.

L: Un poco, sí. Igual nos encanta el pop.

Z: Sí. Las melodías son poperas, las canciones son pegote y todo, pero sí somos más experimental.

Hablábamos de las bandas chilenas que fueron llegando a México: del 95 al 2000 La Ley, del 2000 al 2005 Lucybell, del 2005 al 2010 Los Búnkers, la parte generacional que mencionan. Los Prisioneros, por ejemplo, que su música va de la mano con la historia de Chile, hacían algo de pop, político sin ser panfletario. Luego del cambio generacional, la música ahora ya no tiene esa carga. ¿Creen que así está bien la música, o que sí debería de tener cierta carga social?

L: No necesariamente tiene que ser mejor cuando la música o el arte tiene esa carga social, política. Como tú mencionas a Los Prisioneros, a ellos en ese momento les nacía, sobre todo a Jorge González, escupir esa mierda que de alguna manera estuvo bebiendo desde que era adolescente. Creo que si nosotros hubiéramos vivido en los setenta hubiéramos sido por lo menos perseguidos por la policía, o lo que sea.

Z: Claro. El contexto histórico determina un poco. Yo siempre he dicho que hay bandas que ocupan el lugar que tienen que ocupar. Igual hay bandas o músicos que son más políticos, como Camila Moreno, Ana Tijoux, que ellos tienen su lugar y esta súper bien que sean reaccionarios y tengan su contenido político, yo los apoyo personalmente. Y hay otras bandas que están como más pop, que entretienen a la gente, y nosotros experimentamos, no nos atamos con nada tampoco. Depende el contexto, y cada uno tiene su lugar y su espacio.

L: Esa carga de la que hablas tú, no nos interesa, lo que sí creemos es que sí tenemos una postura social ante lo que está pasando hoy en día en nuestro país; cada uno tiene una tendencia política. Con la música, de alguna manera, esta música buena onda que busca entretener a la gente, también tiene una opinión política. Nosotros hacemos música para que la gente la pase bien, y ojalá también pueda leer nuestras letras que nosotros tenemos, ojalá también pueda sumergirse en ese mundo; creativo, imaginario, experimental, este mundo buena onda, ¿cachai? Eso es un poco lo que nosotros queremos expresar.

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Astro (Gabriel Schkoinick)

¿Cuál es el mood ideal para escuchar a Astro?

L: ¿Ideal? Es que hay muy distintos…

Z: Sí, si uno escucha el disco, hay momentos de mucha energía, no sé, si quieres festejar, se puede; si estás medio deprimido, también. Como que son muchas emociones que se tratan de manejar contenidamente con la cabeza, el alma, entonces te puede agarrar desde donde sea.

L: A diferencia del disco nuevo, el anterior tiene como más energía, más colores, de la playa, el bosque, y éste me lo imagino más de noche, más introspectivo y reflexivo. Es un disco mucho más calmado y dan ganas como de sentarse en un sofá, ponerle play y tomarse un vino.

Usan mucho la palabra “druida” en sus canciones, además escuché que este nuevo disco estaba muy influenciado por Oysho. ¿En qué creen ustedes?

Z: Yo estoy en un momento como de reencontrarme con la fe de una manera muy relajada. Cuando era chico era muy creyente y después me fui al otro extremo; me aburrí de ser tan científico y de querer encontrarle explicaciones a todo y de usar la razón para todo. Realmente hay cosas que uno no puede explicar y pasan. En eso estoy yo, como más relajado, y me ha hecho bien. Hace un tiempo no la pasé muy bien y ahora es diferente.

L: Yo creo en temas como más enérgicos y eso. En temas de cómo uno empieza a expresar ciertas energías buenas o malas según tu comportamiento en la vida en general. Según lo que tú vayas plantando, te das cuenta que son energías de tal tipo o de tal tipo, ¿me entiendes?

¿Les gusta el fútbol?, ¿vieron la final de la Copa América?

L: Sí, estábamos en casa. Yo lo vi en la playa.

Z: Yo lo vi con mis suegros. Estuvo buenísimo. Era Argentina, yo creí que íbamos a perder. Fue increíble, fue una sorpresa para todos. Histórica.

¿Qué es lo que más disfrutan del DF?

Z: La gente, es muy linda, no nos ha tocado ningún pesado.

L: Sólo una vez nos tocó un taxista y un par de policías…

Z: Pero la gente nos trata con mucho cariño, los fans son súper bacanes, gritan como nunca.

L: Son demasiado entregados. La cocina también nos parece alucinante.

Z: Lo primero que hacemos es ir a los Taquitos Frontera.

Musicalmente, con México, algunos artistas chilenos tienen relaciones más estrechas. ¿Tienen pensada alguna colaboración?

Z: Yo creo que sí, lo que pasa es que nunca nos hemos dado el tiempo de pensar mucho en eso.

L: Somos bien encerrados en nuestra burbuja, sin desmerecer o rechazar la ayuda de otra gente. Tenemos mucho respeto entre los músicos mexicanos, no sé, a mí Café Tacvba me vuela la cabeza, pero estamos bien encerrados en nuestra música y como en nuestra creatividad que nos cuesta realmente pensar en quién podemos invitar, si es necesario o el disco lo pide.

Z: Como que lo hemos pensado, por ejemplo, una vez tocamos en vivo con el Rubén de Café Tacvba, en Panamá, cantamos “Cuervos” y estuvo buenísimo. También habíamos pensado hacer algo con Juan Son, y de Colombia con la líder de Bomba Estéreo.

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