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Beck: ¿el ganador del #CC14?

13 de octubre de 2014

  • OCESA / Lulú Urdapilleta
  • Por: Omar Morales

    La infraestructura de este festival ha sido rebasada. La cantidad de gente que sale del escenario Doritos al terminar el concierto de Foster the People impide que los que queremos ver a Beck nos acerquemos. 15 minutos atorados en medio de la turba, detenidos, sin nadie del equipo de organización que agilice el tránsito, que, por ejemplo, marque un carril de salida por la izquierda y uno de entrada por la derecha, que con altavoz en mano intente ordenar este caos. Nada ni nadie. Si no es porque años de conciertos y festivales nos han civilizado como público masivo esto sería una tragedia. Porque no soy un experto en protección civil, pero algo me dice que la combinación de multitudes, embriaguez, oscuridad y superficies resbalosas en un recinto laberíntico y con salidas limitadas es algo peligroso, ¿o exagero?

    La lluvia de las tres de la tarde retrasó la agenda de este escenario y Beck no arrancará a las 21:20 como estaba planeado. El terreno es un chiquero, el frío cala y miles esperamos impacientes a que El Guero toque por primera vez en México.

    22:15: una pesada avalancha de graves nos despierta con Devils haircut y todos a bailar. Un gancho tras otro, canciones de Odelay, Guero, Mellow Gold, The information, Modern Guilt, Midnite Vultures, Morning Phase. Beck se parece cada vez más a Frank Zappa, un artista disfrazado de entretenedor, un extraordinario frontman rodeado de virtuosos.

    El premio a los mejores trucos armónicos del fin de semana es para Beck y su orquesta pop: por las versiones frenéticas de sus clásicos, por los tramos de improvisación, por los covers a Donna Summer, Michael Jackson y los Rolling Stones, por los músicos que saltan de un instrumento a otro, el bajista que se convierte en guitarrista y tecladista según demande la canción, el guitarrista que salta a las percusiones y los teclados, el vocalista que es todo un performer, un showman histérico y simpático, porque la lluvia que impidió la actuación de Massive Attack permite que los visuales de Beck sean los más atractivos del festival, porque este artesano californiano del pop sabe que nos ha tenido abandonados por dos décadas y prácticamente se olvida de su nuevo disco, templado y lánguido, para complacernos con todas esas canciones que podemos corear. 

    Malditas metáforas futbolísticas que no me dejan en paz. Lo que más he disfrutado del Corona Capital 2014 han sido los conciertos de Jack White y Beck. Imposible no compararlos: sobre el escenario White es como Cristiano Ronaldo, un atleta potente, una máquina portentosa y extraordinaria que utiliza a sus compañeros como herramientas de sostén. Beck es como Messi, depende del equipo a su alrededor y luce por el trabajo de sus colegas. White fue como un sprint, Beck como una placentera carrera larga junto al mar. Me cuesta trabajo decirlo, pero creo que musicalmente lo mejor de este Corona fue el concierto del Guero, ¿o exagero?

    (Galería de imágenes del #CC14)
    (Todas las reseñas del #CC14 por acá)
    Minuto a minuto del día 2


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