Desconozco la relevancia de Vicente Gayo en la música nacional, y cuál vaya a ser su trascendencia, pero creo que son una de las bandas con mayor propuesta en este momento en la llamada escena “alternativa” de México. Una vez dicho esto, la banda mexicana subió después de la hora que le tocaba al Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes.

Un público que en su mayoría no sabía qué esperar fue poco a poco entrando al show de Vicente Gayo pero fue hasta que sonó la frase “son dieciséis, ¿tú qué dices?” que la gente que realmente iba a ver al grupo contagió a los que no conocían a la banda. De ahí en adelante el set fue para arriba, la energía que derrocharon en el escenario fue cada vez mayor, una canción nueva y para completar otros temas de su primer LP.

El sonido no fue especialmente bueno pero ese es un problema que el Pabellón del Palacio de los Deportes ha experimentado por años, al final eso no importó ya que al término de la canción “Laberintos” la gente estaba totalmente entregada gracias a la intensidad de los cuatro músicos que estaban sobre el escenario. Era de una banda con calidad de exportación.

El toy bending, parte primordial del lado experimental de Vicente Gayo, es algo que en lo personal encuentro muy interesante, independientemente de que es una tendencia y a final de cuentas las tendencias siempre pasan. El reto de Vicente Gayo es seguir formando una identidad propia que cada vez se vaya fortaleciendo con una base sólida de fans.

Rey Pila, proyecto solista de Diego Solórzano exintegrante de Los Dynamite, demostró que tiene ya una presencia importante y cuando hizo sonar temas como “Sordo” y “No Longer Fun” demostró la conexión que tienen con su público, incluso sorprendiendo con “Frenzy”, un cover de su exgrupo.

Seguimos con Los Daniels una banda alejada de los reflectores que tal vez no tenga la mejor propuesta en la escena nacional pero con mucho oficio: muchas tablas, acostumbrada a festivales, cumplidora y con un público conectado e incondicional, lo cual hace que independientemente del gusto personal sea un grupo muy respetable.

Tanto Austin TV como Hello Seahorse! dieron una buena presentación a secas ya que su show fue bastante similar al que ya tienen acostumbrados a sus seguidores, no mostraron nada nuevo lo cual no es necesariamente algo malo.

Era pasada la media noche cuando el dúo canadiense Chromeo se preparaba para salir a tocar, para ser un escenario “secundario” el Pabellón Oeste estaba lleno de gente esperando la ya tan conocida intro que corea “Chromeo ouhooh, chromeo ouhooh”, era la primera vez que pisaban México desde su ultima presentación en el festival Goliath en el año 2009. En cuanto P-thugg y Dave 1 saltaron al escenario la multitud enloqueció y comenzó un frenesí de gritos. Para cuando sonaron “Night by Night”, “Don’t Turn The Lights On” y “Hot Mess”, temas de su más reciente disco Business Casual, demostraron que ya son un grupo que ha recorrido el mundo haciendo bailar a mucha gente.

Chromeo es un par muy acoplado y con una guitarra, secuencias, sintetizadores y muchos cencerros hacen parecer que el escenario está lleno de por lo menos seis personas siempre dispuestas a hacer que la fiesta no pare. Cuando “Bonafied Lovin’” sonó la gente estaba totalmente entregada en sudor, baile y cerveza. En general las canciones de su segundo disco fueron las más coreadas y aplaudidas por la audiencia lo cual hizo que la entrega fuera recíproca entre el grupo y sus fans.

La banda canadiense no tuvo reparo en demostrar que tiene un sonido propio y bastante maduro por lo cual son actualmente el mejor dúo “electro funk” de la escena internacional. Los que asistimos al One Music and Arts Fest bien pudimos haber bailado sin parar por lo menos dos horas más.

La otra banda estelar de la noche, Crystal Castles, dio una actuación que dejó satisfecha a la multitud que se había reunido para verlos. Presentaron un show lleno de energía en el cual incluyeron canciones de su primera producción discográfica, siendo temas como “Alice Practice” y “Crimewave” los que nos hicieron recordar la última ocasión en la que este dúo pisó México. “Not In Love” fue una de las canciones que mejor sabor de boca dejaron de todo el setlist lo cual hizo que la ausencia de la voz de Robert Smith líder de The Cure pasara a segundo plano gracias a los gritos de los miles de asistentes.

En general, salvo contratiempos de horario y algunas fallas en el audio fue una tarde/noche llena de buena música y mucho baile.