Tener un hermano es un arma de dos filos. Pueden ser tus mejores amigos, tus compañeros de vida, los mejores consejeros (al final son los que más te conocen) y jueces más confiables. También pueden convertirse en tus némesis: ejemplos sobran Caín y Abel, Dr. Evil y Austin Powers, Jacob y el tipo que se convierte en humo negro. Lo que es un hecho es que son las personas que más conoces en la vida, y con los que más libre eres. Es el ADN lo que te provee de esa libertad, divertida y al mismo tiempo peligrosa.

Y con esa libertad es con la que juegan los carnales Matthew y Eleanor Friedberger, oriundos de Illinois y autores de algunos de los discos más arriesgados de nuestra época. Juntos formaron The Fiery Furnaces, y en el sentido más productivo, su unión después de no hacerse mucho caso en la infancia y pubertad, ha creado un proyecto entrañable, de mutua responsabilidad y fuerza creativa.

Me atrevo a decirlo sin temor a equivocarme: Los Fiery Furnaces le regresaron a la música popular lo que se perdió cuando gente como Frank Zappa o John Lennon dejaron de hacer música.

A continuación, una breve introducción al dueto, que se presenta (por fin) en nuestra ciudad el próximo sábado 29 de mayo en Pasagüero.

Para empezar, algo del Widow City. “Ex Guru”