Una singular paradoja sucedió ayer en el primer concierto de Roger Waters en el Foro Sol de la Ciudad de México, pues además de leer toda una carta en la que sacaba a relucir la situación política y social tanto de México -con los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa- como de Estados Unidos, del otro lado del mundo, específicamente en el Royal Albert Hall de Londres, David Gilmour ofreció un concierto en el que contó con la presencia del mismísimo protagonista de Sherlock Holmes, Benedict Cumberbatch.