El 3 de marzo se veía enclenque en un principio. No se trata del orgullo chilango, ni de menospreciar los conciertos fuera de la capital, sino de una obligada comparación con los tres conciertos que los de San Francisco dieron en el Foro Sol, documentados en el DVD Orgullo, Pasión y Gloria. Un escenario imponente, con el mismo formato que ya les conocíamos. Rampas, dos pisos y una pantalla de LEDs más imponente que la de Jerry Jones en el estadio de los Vaqueros, (bueno, no tanto).

Primero fue Maligno, banda local que logro prender medianamente a los asistentes que poco a poco llenaban la casa de los Estudiantes de la UAG. Todavía era de día, y aún cuando cientos se sentían de vacaciones, se trataba de un lunes laboral. ¿La chela? En vaso conmemorativo, de a 80 varos, jefe. Para deleitar tu paladar: tortas ahogadas con sabor a cartón, hamburguesas, lonches, pizzas y baguettes.

Entre niños acompañados de sus (preocupados) padres, oficinistas, borrachos y matudos, todos ataviados de negro (el color de los chicos malos), comenzó Mastodon a hacer de las suyas. Los de Atlanta no supieron contagiar la euforia de sus fans a los neófitos. Desgraciadamente, la actuación de estos exponentes del metal evolucionado y con propuesta, no pasó a mayores. La gente no iba a verlos a ellos.

Luces prendidas, olor a mota entre elementos de seguridad pública (armados) y un estadio completamente lleno. Luces apagadas. El “malo” en pantallas, “The Ecstasy of Gold” y los Harvesters of Sorrow en el escenario. Comenzaron igual que en el DVD que vinieron a promocionar. Dos rolas del Ride the Lightning, después la primera sorpresa, uno de los lados A más pesados del disco negro. Otra clásica “The Four Horsemen” del primer disco. Desafortunadamente, los ánimos no eran ni la mitad de lo que fueron después de 10 años de ausencia en la Magdalena Mixihuca.

No fue sino hasta “Sad But True” que Metallica encendió por completo a Zapopan. Los “éxitos” fueron los que cimbraron los cimientos del estadio de fútbol, eso y por supuesto la pirotecnia, que nunca sobra y siempre ayuda a conectar el escenario con la gente. Una dupla de su obra maestra “Master of Puppets”-”Battery”, thrash metal impecablemente interpretado. Después, el cierre habitual, las más cantables del emblemático disco de la serpiente.

Regresaron a interpretar “Breadfan”, cover de Budgie (al igual que “the Four Horsemen” sin el interludio acústico). Después “Whiplash” y terminó habitualmente con “Seek and Destroy”. Lars, se despidió irónicamente, diciendo que ojalá no pasen otros 29 años sin visitar Guadalajara, ante un público sediento de más, pero que no llenó las expectativas del monstruo que puede llegar a ser un concierto de Metallica. Ellos, patearon traseros.

Aquí les dejo el setlist

Creeping Death
For Whom the Bell Tolls
Through the Never
The Four Horsemen
Fade to Black
That Was Just Your Life
The End of the Line
Sad But True
Broken, Beat and Scarred
The Judas Kiss
One
Master of Puppets
Battery
Nothing Else Matters
Enter Sandman

Breadfan
Whiplash
Seek and Destroy