¡Bestial, brutal, asombroso, furioso como un animal hambriento! Así es el talento de Alejandro Marcovich, quien a sus 53 años no posee trazos de cansancio o lentitud en sus manos, sino una ávida y rauda forma de rasgar las cuerdas.
El ex caifán se remontó a los orígenes de su inspiración, decidió hacer un homenaje a Pink Floyd y recordó algunos pasajes, donde seguramente Saúl Hernández no está incluido en ninguno de ellos.
El argentino naturalizado mexicano fue parte de una de las bandas más populares en México en los las décadas de los ochenta y noventa; eso quedó atrás, Marcovich quiso reinventarse y así también, recrear a su manera varios clásicos del Rock Progresivo.
Marcovich decidió iniciar por las raíces; una bellísima introducción, un par de bellas coristas al fondo e imágenes psicodélicas, dieron entrada a “Shine On Your Crazy Diamond” seguida de “Arnold Layne”, ambas, tributos al legendario Syd Barrett, fundador de Pink Floyd.
“Bienvenidos a la memoria de Syd Barret en el lado oscuro de la luna, o dónde quiera que se encuentre”, dijo Marcovich ante cientos de cabelleras entrecanas que se dieron cita en el Plaza Condesa.
“Brain Damage-Eclipse” y “Time-Breathe (Reprise) fueron perfectamente ejecutadas, el sonido de los relojes hacía un perfecta mezcal con los multicolores desplegados en el escenario, nadie parpadeaba mientras Marcovich lucía su talento.
Marcovich aprovechó para que su banda mostrará también sus dotes en “Cafeína”, gran improvisación que hizo lucir “furiosa” a la amalgama de sonidos que disparaba cada instrumento. ¡Fue una “guerra” muy breve entre músicos”.
El toque rockero sobresalió con “Young Lust”, uno de los temas menos valorados del album “The Wall” pero que no carece de fuerza alguna. “One Of These Days”,“Money” y “Us And Them” desplegaron aguardientosas voces, marchitadas por el tiempo y por las noches que han repetido las letras de Pink Floyd.
“Another Brick In The Wall Part II” mostró la potencia de la banda; más de diez minutos de acordes continuos saciaron a las cabezas plateadas, algunos hasta brincaban, como si las notas los hubeiran rejuvenecido 30 años al menos.
“Dogs” fue tocada en una versión diferente a la desplegada en el “Animals”. Marcovich presumió la primera canción que aprendió de Pink Floyd; “Wish You Were Here” soltó lágrimas de algunos, los emotivos acordes acústicos sigue surtiendo efecto casi 40 años después.
Marcovich casi nunca canta, ahora hizo una excepción y “Mother” descubrió esa garganta que no está del todo marchita. “Run Like Hell” y un tema de su inspiración, “Nada Qué Decir”, concluyeron las dos horas de enseñanzas floydianas.
Marcovich no quiere saber nada de su pasado caifanesco, lo olvidó y cambio por aires renovadores, “progresivos”, por un “Diamante Loco” que quizá lo vio desde el cielo la noche de ayer, aquél donde los pentagramas y la notas se entrelazan.
Setlist Alejandro Marcovich Plaza Condesa
Shine On Your Crazy Diamond
Arnold Layne
Brain Damage
Time / Breathe
Cafeína (Instrumental/Improvisation)
Young Lust
Sé Que Estás Ahí
Money
Us And Them
The Wall
Dogs
Wish You Were Here
Mother
Confortably Numb
Mexican Drive (Instrumental Improvisation)
Run Like Hell
Nada Qué Decir