Disco
Sea Change (2002)

No puedo escribir de lo triste y deprimido que me pone esta canción. Una de las rolas epítomes sobre un rompimiento, sobre el final de una causa que era justa, y ahora, sólo se pierde en el recuerdo. Beck y su voz cavernosa, sus acordes lacrimosos y su corito cardiaco, entregan un clásico (sí, un clásico) moderno. Te reto a que la escuches tres veces sin morderte el labio por pensar en alguien; esta es la magia e importancia de esta rola: cada vez que la oyes, sientes la misma emoción (o tristeza) que experimentaste la primera vez que lo hiciste.