10 Muse @ Foro Sol

2010 fue el año en el que Muse se coronó como uno de los actos más grandes de nuestros tiempos. La segunda visita de los británicos confirmó lo anterior. Con pantallas gigantes a los costados, un look soberbio de Matt Bellamy y un menú de canciones que contemplan toda la historia de la banda, Muse dio un concierto impecable. Saben dominar los estadios, hasta en eso estudiaron bien a Queen, a U2 y al resto de sus influencias (dirían sus retractores que son buenos imitadores). El líder no erra una sola nota de sus complicados solos de guitarra, tocando el piano y cantando a altísimos tonos, por el otro lado Wolhenstolme y Howard logran amarrar el sonido, que parece irreal que sea únicamente interpretado por tres personas.

(Reseña y setlist)

9 Yann Tiersen @ Teatro de la Ciudad

El músico francés es tal vez conocido por todos como “el que hizo la música de Amelié”, sin embargo vino a dar cátedra de cómo ofrecer conciertos. Un ensamble que involucraba violines, sintetizadores, riffs poderosos de una Fender Jaguar fue adrenalina pura para los que logramos conseguir un boleto. Yann Tiersen tal vez no es el músico más notorio, probablemente jamás aparecerá en la portada de la Rolling Stone, pero cuando se trata de interpretar en vivo es dinamita pura. Tal vez por eso es que tiene tres álbumes grabados en vivo y a todo color.

(Reseña)

8 KISS @ Palacio de los Deportes

Hay muchas formas de convertirte en una leyenda del rock. Probablemente la más fácil sea la de la muerte, te ahorras la decadencia que conlleva crecer; después está la que involucra discos geniales y giras multitudinarias; también existen los one hit wonders y los escándalos. Pero KISS tuvo su propia forma de convertirse en héroes irrefutables del rock and roll. ¿Cuál es su fórmula? La que vimos nuevamente en el Palacio de los Deportes: vivir, respirar, cantar y tocar rock and roll sin parar (y después vender hasta ataúdes con sus firmas). Pirotecnia, cantantes voladores, plataformas móviles, bolas disco, disfraces y mucho, MUCHO maquillaje. A KISS hay que verlos antes de morir, de eso no hay duda, y esta gira fue el pretexto ideal para los miles que llenaron en dos ocasiones el Palacio. Que se repita, por favor.

(Reseña, setlist y galería de maquillados)

7 Wolfmother @ Casino Metropolitano

Parecería que un evento de una cervecera, con lugar para 500 personas, sería una noche olvidable. Los australianos de Wolfmother se encargaron de que fuera todo lo contarario. Los asistentes al recinto del centro presenciaron un verdadero concierto de rock and roll, puro y duro. Sin parafernalia, pantallas de LEDs, pirotecnia o cambios de vestuario de los integrantes, la banda Andrew Stockdale dio un concierto que pasará a la historia como un mito. Los fans aprovecharon la cerveza gratis (SÍ, leíste bien. Chelas G-R-A-T-I-S) para provocar un verdadero frenesí chelero del que nadie se salvaba. El lugar era pequeño, daba la vibra de un bar de barrio con una banda local tocando, pero en realidad se trataba de uno de los exponentes más grandes del rock pesado en los últimos tiempos. Mientras la banda le daba una buena repasada a su catálogo (y la inclusión de covers épicos), el público enloquecía hasta llegar a un verdadero éxtasis metalero, sin pretensiones.

(Reseña y foto del setlist)

Checa el video completo del concierto aquí

6 Flaming Lips @ Palacio de los Deportes

La primera vez que vinieron a México, el público no les hizo justicia. Estaban esperando algo más (STP y NIN, tal vez). Sin embargo, dos años después vinieron a un foro adecuado. Con el pretexto del Rockampeonato, los de Oklahoma vinieron a presentar el show que acompaña al Embryonic, su complejo disco doble. Explosiones de serpentinas, visuales psicodélicos, un escenario naranja, la “space-bubble” por la que Wayne Coyne viaja por el público, confeti y canciones con instrumentación psicodélica, hicieron que la presentación de los Flaming Lips cambiara muchas vidas. Una experiencia multisensorial.

(El concierto en imágenes y una reseñita (de Ibero 90.9)