Por medio de la exacta conjunción de batería, sintetizadores, teclado y violín, el espectáculo de la californiana Lindsey Stirling cautivó a los cientos de personas que se dieron cita este lunes en el Pepsi Center WTC para deleitarse con la revolucionaria música que mezcla las cuatro cuerdas con un show colmado de baile, sensualidad e impulsos que detonaron los sentidos.

Pasadas las 21:00 horas, fuertes golpeteos de thumbs con luces rojas dieron el preludio para que una pequeña pero imponente figura, armada con un violín, apareciera sobre el escenario para contorsionarse y desatar la euforia de los chilangos en el recinto de la colonia Nápoles.

La cabellera roja rápidamente domó el tablado a lo largo y ancho, provocando gritos en cada esquina que visitaba. Las piernas de la nacida en Santa Ana hipnotizaron con su movimiento pendular sobre el aire, mientras canciones como ‘Beyond the Veil’, ‘Trascendence’ y ‘Electric Daisy’ emocionaron al público mexicano que en su mayoría eran adolescentes. Los visuales también formaron parte del show con proyecciones luminosas e incluso en ‘Shadows’, una sombra de Lindsey, con la que competía la de a todo color, sumergieron a los asistentes en un trance sensorial.

“This is crazy” fueron las primeras palabras de la violinista, quien se notaba sumamente feliz de presentarse por segunda ocasión en la Ciudad de México. ‘Master of tides’ izó las velas para entonar el himno pirata al ritmo de la cadencia de la falda negro brillante y los leggins de colores. La ovación hacia su nombre no se hizo esperar e incluso el ‘Cielito Lindo’ fue coreado fuertemente para que posteriormente Stirling elevara el lábaro tricolor con una enorme sonrisa que decoró su angelical rostro.

El baile comenzó a la par de la batalla entre el keytar y el violín para darle paso a ‘Roundtable Rival’. Mientras que uno de los momentos más esperados llegó con ‘Crystallize’, al que las gargantas mexicanas respondieron con estruendoso grito. Ya hacia el final del show, la artista explicó que ‘Shatter Me’ es la canción más personal que ha escrito y la interpretó con gran sentimiento antes de amagar con su retirada. Finalmente, ‘Phantom of the opera’ se llevó las palmas por la gran consistencia musical creada con los elementos sobre el escenario; fue todo un gozo el que vivieron los asistentes al Pepsi Center.