25 The Gaslamp Killer – Fun Over 100

Dead Gate EP
La música fantasmagórica y psicodélica que el californiano proyecta en los beats, resulta de una estructura improvisada y sorpresiva. La canción misma es amorfa; empieza con una placa pesada de sonidos cósmicos y se van integrando más ingredientes digitales, asemejando ritmos turcos o invocando a los soundtracks más oscuros y densos de Bollywood. Las placas que conforman la canción son tectónicas y espaciadas . . . desprenden un involuntario olor a dupstep. Sonidos en bruto. -Dávalos

24 !!! – Steady As The Sidewalk Cracks

Strange Weather, Isn’t It?
A pesar de que ésta no fue sencillo, es uno de los grandes momentos sonoros del año, un track infeccioso, funky y disco. Un clásico mueve pies que en su coro dice “Pero no vuelvas a mirar atrás, tienes que confiar en la música”. Oro. -Chinix

23 Triángulo de Amor Bizarro – De la Monarquía a la Criptocracia

Año Santo
La canción del año del rock hispanoparlante: un himno perfecto a la decepción postmoderna. Si esta canción no te hace saltar de un lado a otro, mover la cabeza o cantar a todo pulmón, estás muerto o eres un pipope (Pieza Poblana Perfecta, por eso no se mueven…). Desde el inicio la batería parece tronar como si de balazos se tratara, luego las guitarras entran en un dulce trance para darle pie a la dulce voz de Isa, que nos dice que ella explicará todo, y dirá, que simplemente nos hemos ido. -Chelito

22 Mount Kimbie – Before I Move Off

Crooks & Lovers
La canción esta ensamblada con soniditos electrónicos de video juego. Va creciendo poco a poco hasta montarse sobre un beat discreto y paciente. Cabalgando elegantemente sobre los 4/4. Un ejercicio digital que repasa las texturas del Aphex Twin o los Boards of Canada pero con la misma austeridad electrónica de Murcof y los escuálidas nubes-dubstep de Burial, todo con el sello distintivo. Que es mucho más cálido e íntimo. -Dávalos

21 Charlotte Gainsbourg – Heaven Can Wait

IRM
La mujer más sexy de la tierra del vino, el queso y las mujeres sexys hizo un rolón con el güero más prolífico y talentoso de la última década. El resultado es una tema ejecutado a la vieja escuela: una batería que retumba pero que no pierde su toque de motown, una guitarra acústica que nunca cambia los 5 o 6 acordes que rasguea durante toda la rola, un piano ominoso y un juego de voces chico-chica. El cielo puede esperar, y nos da hueva ir al infierno porqué está muy lejos, brillante. -Chelito

(Video arriba)