Como miembro único de Eels, gozó de cierta fortuna en los noventa con un sencillo divertido e interesante, aquel "Novocaine ForThe Soul" que rezaba: Life is good / And I feel great / ‘Cause mother says Iwas / A big mistake. Después, grabó eloscuro y memorable "Electro-Shock Blues" que versaba, por momentos de manerasublime, en torno a la muerte y enfermedad de varios familiares suyos. Estaba en su clímax creativo.

PorqueE siguió sacando discos religiosamente, casi uno por año, desde el inicio dela década pasada. Trabajó con cuanto músico se le puso en frente (de Peter Buck auna orquesta entera bajo su dirección, pasando por John Parish y MC Honky) ylos resultados de semejante torrente creativo, por supuesto, variarionabismalmente entre ellos.

Yasí es como encuentra Everett este 2010. "Tomorrow Morning", su últimaproducción, muestra a un músico aferrado a la cresta de su propia ola creativa,a un personaje cuya prelidección pareciera ser más por la cantidad que por lacalidad de sus lanzamientos.

Aunqueesto no es necesariamente algo malo: en el disco, encontramos pop aderezado consoul, folk, rock duro y reventado, canción de autor, siempre con las texturaselectrónicas como eje directriz. Pareciera que explorar todos los terrenos ysacar estos experimentos a la luz es lo que gusta e interesa más a Everett.

"LookingUp", el tema que presentamos, es eso mismo: Eels jugando a ser Ray Charles, enuna pieza que hemos escuchado un millón de veces pero se rescata, nada más, porser producto de este extraño, irregular y a veces extraordinario personaje ymúsico.