La frase:
“Ni tu padre ni tu madre me quieren contigo, pues hagamos el amor por teléfono”

Es horrible porque…
Pocas cosas son tan divertidas como ver a un reggaetonero tratando de ponerse romántico. Eso porque, casi siempre, acaban diciendo las cosas más guarras que jamás se hayan escuchado. Esta frase es un gran ejemplo, porque, además, se queda a la mitad: ni es completamente guarra, ni es completamente ridícula. Aunque si uno se imagina a un cuate con bling bling cantándola al celular, la cosa se puede poner divertida.

Sería peor si la cantara…
Carlos Slim. Con bling bling.