El 2011 fue el año en el que el dubstep saltó al mainstream, el género, que antes no sonaba en todos lados de pronto se había convertido en el sonido de moda, hasta Britney Spears le entró a la moda. La mayor parte de los exponentes se convirtieron en los nuevos ídolos de la música, haciendo bailar a miles de personas a lo largo del planeta con beats pesados. Skrillex, es el mejor ejemplo de esto, pero del otro lado del mundo, surgió otro exponente del género con un acercamiento muy diferente. Hablamos de James Blake, nominado al Mercury Prize por su primer LP.

El viernes pasado, Blake hizo su debut frente al público mexicano, y esta introducción es relevante porque una de las grandes sorpresas de la noche fue ver lo bailable que pueden resultar las canciones de Blake en vivo. Si bien su disco es muy sombrío y hasta algo melancólico, en vivo canciones como “CMYK” y “To Care” hicieron que cada una de las personas en la audiencia bailar sin parar. Contrario a lo que se podría pensar, la presentación incluye a James en los teclados y sampleos y a otras dos personas, viejos amigos según dijo Blake, que tocan la batería y guitarra respectivamente. Esto le da un nuevo nivel a la música del joven inglés, ya que se prestaba a la improvisación y extensión de las canciones. Uno de los mejores momentos de la noche llegó temprano, cuando Blake interpretó “I Never Learnt to Share” en la cual realizó sampleos en vivo mientras la canción subía de intensidad hasta llegar al momento cumbre a la mitad de la melodía en el cual el Auditorio BlackBerry tembló con los potentes bajos.

El momento más coreado de la noche llegó, como era de esperarse con “Limit To Your Love”. Al igual que con otras canciones, el cover a Feist se vio extendido, con mucha improvisación a media canción, alargando su duración un par de minutos. Estos momentos eran lo mejor de la noche, en los que Blake y su banda se dejaban llevar y mostraban el verdadero genio de Blake. Se podría pensar que con tantos halagos de la crítica, James sería un tanto pretencioso, pero todo lo contrario. El inglés tímidamente agradeció varias veces a la audiencia, con una gran sonrisa que le costaba trabajo ocultar y mencionó lo impresionado que estaba ya que este era su concierto más grande a la fecha, al menos fuera de su natal Inglaterra.

El público respondió, se notaba que había muchísimo fans y en canciones como “The Wilhem Scream” (encargada de cerrar la primera parte del concierto) las voces de la audiencia llegaban a superar la de Blake. Desafortunadamente, no todas las voces cantaban, muchas otras se la pasaban platicando. ¿De qué? Desde cómo no se sabían ninguna canción hasta lo impresionante que era el nuevo recinto. En las canciones más tranquilas el bullicio se apoderaba de la música por lo que empezaba una guerra de “shhhs” entre los que querían escuchar a James y los que estaban ahí para todo menos eso.

Después de dejar el escenario unos minutos, Blake y su banda volvieron a interpretar un imponente cover de “Anti War Dub” de Digital Mystikz en el que mostraron sus extensas habilidades en sus respectivos instrumentos. Finalmente, Blake se quedó solo en su teclado para interpretar su emotivo cover a “A Case of You” de Joni Mitchell, el cual hizo que mas de uno quedara en lágrimas. Blake se despidió y agradeció nuevamente con una gran sonrisa y con la promesa de volver lo más pronto posible.