El rock es un mero pretexto para que dos jóvenes directores
(liderados por el productor Spike Jonze), muestren cómo incluso en la guerra,
lo único que no puede ayudar a sobrevivir es el arte.

La música.

El heavy metal.

Este documental es una oda a la esperanza y sobretodo a la
voluntad humana por encontrar en los pequeños detalles, una pizca de felicidad.

El film se centra en una banda de Bagdad, y su vida antes y
después de la guerra. El drama no sólo se transmite a través de su experiencia
(donde son unos refugiados del rock en Siria), sino de los cineastas quien
deben de ponerse chalecos anti balas y arriesgar su vida porque -según sus
palabras- el heavy metal, rockea.