Disco
Sea Change (2002)

El tipo nos cae rebien, pero luego de esta rola es imposible no agradecer que la diseñadora Leigh Lemon le haya roto el corazón. Y es que —será un poco atrevido decirlo—quizá estamos ante la mejor canción del mejor disco de Beck.

"The Golden Age" es demoledora, pero a pesar de su letra llena de desesperanza hay cierto optimismo melódico en ella. Es decir (si la frase anterior te pareció muy mamona) que captura ese instante en el que te da un arranque de confianza y sientes que siempre sí puedes salir del hoyo en el que estás más que hundido. Es un “lo mejor ha de estar por venir”.

Para sintetizar tanta miseria, Beck usó esta imagen: Subes al carro, pones las manos en el volante y pisas el acelerador. Arrancas a quién sabe dónde y, a pesar de que no hay ni luces cerca, la brisa nocturna te hace sentir bien porque —ay, uno tan ingenuo— eso basta para que, si la dejas, la edad de oro pueda empezar…

It’s a treacherous road
With a desolated view
There’s distant lights
But here they’re far and few
And the sun don’t shine
Even when its day
You gotta drive all night
Just to feel like you’re ok