Los medios comenzaron a manejar el fin inminente del Nortec Collective. Ese grupo surgido en Tijuana y que vino a revolucionar la manera de hacer música electrónica en México. Porque antes de ellos, nadie había imaginado cómo sería escuchar un acordeón junto a una excelsa y exquisita producción de beats. Después de peleas, éxitos, muchos Vives y muchos proyectos, Nortec, decían, llega a su fin. Y aunque en cierta manera es cierto, en otra no lo es tanto.

“Es algo diferente a lo que se ha planteado. En nuestras páginas o lo que hemos escrito siempre ha sido muy claro, pero los en los medios se ha ido un poquito por otro lado. Se ha hablado de la separación, y que dejamos de hacer música… Lo que pasa aquí es que el disco Motel Baja, es el último que Ramón y yo editamos con el sonido Nortec y nos despedimos del sonido Nortec. Un sonido que nosotros mismos creamos, nosotros hicimos la convocatoria para hacer el colectivo Nortec, nosotros gestionamos el colectivo y tuvimos el sello que editó todos los trabajos del colectivo Nortec… los vinilos, el disco gratuito que editamos al final, y toda la distribución gratuita que se manejó”, dice Pepe.

La propuesta comercial de Nortec era simple pero arrasadora. La gente quiere cosas gratis, por ello siempre tuvieron sus canciones en línea para la libre descarga, sin embrago se ponían en contacto con diseñadores que les hacían los vinilos y las ediciones en físico y eso le brindaba un plus a la mercancía del proyecto.

‘No queremos ser esa bandaque nomás vive de los refritos y éxitos de discos pasados’

“El Motel Baja ya llegó a ese punto en el que todas esas experiencias sónicas, trabajar con la filarmónica de la Ciudad de México, un score de una película con Puño de Hierro que era algo como la música de Nortec pero ambiental, haber hecho algo con Alan Parsons, con Wolfgang Flür de Kraftwerk, el Señor Coconut… hemos hecho bastantes cosas. Este Motel Baja, cuando lo terminamos supimos que este disco englobaba todas esas experiencias y era el mejor momento para dejar el sonido Nortec, y Ramón y yo seguir trabajando juntos en una nueva propuesta musical”, también comenta Pepe Mogt.

“A nosotros no nos cuesta trabajo hacer otro disco de Nortec. No nos cuesta trabajo seguir tocando toda la vida Nortec, pero para qué, si siempre desde que iniciamos, es decir Bostich y Fussible exisitó antes de Nortec. Nortec siempre fue un proyecto y llega a su fin y lo dejamos abierto para las generaciones que siguen, pero a nosotros ya no nos interesa hacer Nortec, porque ya lo dejamos en todos los formatos y en todas las presentaciones posibles y no queremos ser esa banda que nomás vive de los refritos y éxitos de discos pasados. No me veo teniendo 60 años y tocando “Polaris” o “Tijuana Makes Me Happy”, no me veo haciendo ese tipo de cosas. Tenemos varios horizontes sónicos que explorar”.

Nortec llegó en un momento a encumbrar Tijuana, en vez de negar las raíces que tenían, el colectivo explotó el sonido endémico y lo adaptó a los sonidos internacionales.

Pepe comenta: “Yo creo que para ser internacional, no importa de dónde tomes los sonidos. Si es bastante buena tu música, lo internacional llega solo, el reconocimiento, las invitaciones a tocar en cualquier otra parte. Una vez que tu material lo expones en las redes, a lo mejor a alguien de Japón le va a gustar y te va a invitar y ya empiezas a hacer lazos internacionales.

“En cuanto a una banda que hace un rock inglés, no creo que los haga menos mexicano, pero si dice que quiere sonar como los ingleses y siempre está mirando allá y no forma un sonido propio, va a ser una banda que va a quedar estancada o va a estar de moda nomás mientras una banda inglesa esté de moda. De lo que se trata es de buscar tu propio sonido, con distintas influencias, y si eres mexicanos no tienes que ponerles chicharrones a la música, o ponerle cumbia, o son jarocho, ni banda, ni norteño para ser mexicano. En nuestro caso no fue para regionalizarlo, obviamente lo hizo, pero no surgió así, sino como una deconstrucción del sonido norteño.

“A mí en lo particular, cuando empecé a trabajar con Nortec, a mí no me gustaba la norteña ni la banda, la escuchaba en la calle porque estaba en el ambiente, pero una de mis ideas fue deconstruirlo y transformarlo para que ahora sí fuera de mi agrado. Sacarlo de su contexto original. Por eso Nortec no fue algo kitsch, no fue un remix de norteño o algo así, sino una transformación y ahora es el momento de seguir adelante”, asegura.

Pepe dice que tiene un proyecto de 40 canciones de música electrónica, en la que dejará todos los tracks por separado y la gente podrá tener todos los tracks por separado. En un recorrido de música electrónica, desde las tecnologías de finales e inicios de los 70 hasta lo más vanguardista de la música electrónica.

“El show del Vive Latino es una retrospectiva de todo el recorrido de Nortec. Tendrá un enfoque directo del Motel Baja, y un recorrido al pasado con unas mezclas distintas y nuevas tecnologías en el escenario. Todo lo que usábamos antes está completamente renovado”, finaliza Pepe.

¿Listos para ver a Nortec en el Vive?