No lo podemos negar. Cada vez que nos enteramos que van a cerrar un espacio dedicado al rock nos ponemos más tristes y melancólicos que una canción de Austin TV. Tan sólo en el DF nos ha pasado dos veces: en 1992, el legendario L.U.C.C. (La Última Carcajada de la Cumbancha) quedó sepultado en la memoria cual caso Cabañas, y años más tarde el original Rockotitlán también desapareció como expediente de Maciel en el Vaticano.

Luego de casi 25 años de existencia, el legendario club punk 924 Gilman Street Project de Berkeley está a punto de desaparecer.


Hoy, al menos entre los recintos históricos chilangos, nos queda el Multiforo Alicia, donde rock, surf, punk, hardcore y metal conviven cada semana en el segundo piso del pequeño local ubicado en Avenida Cuauhtémoc. ¿Pero te imaginas el día que se anuncie su clausura? Te pondrías más violento que un cartel de narcos en Cuernavaca y estarías dispuesto a convocar más marchas que el SME con tal de que no ocurriera.

Pues en estos días esto es lo que sucede en San Francisco. Los miembros de la comunidad punk de la zonaviven momentos difíciles por el casi inminente cierre del 924 Gilman Street Project, un lugar que no sólo ha inspirado la formación de cientos de foros alternativos alrededor del mundo –como el Alicia–, sino que durante 25 años se ha dedicado a promover bandas de rock y ha funcionado como un escape para miles de jóvenes que, como todos a esa edad, buscan un espacio al cual pertenecer.

Esta es la historia de este club y las causas de su cierre, para que veas que los Ebrards no son exclusivos de la Ciudad de México…