Según la consultora Mercer, nuestro hermoso DF es la ciudad más cara para vivir en México. Pero, a pesar de las ventajas/desventajas que esto provoca, pensamos que es un gran orgullo ser chilangos y vivir en este espacio tan diverso, rico en cultura, comida, diversidad y diversión.

Dicen que Nueva York es la ciudad que nunca duerme, pues el D.F. nunca descansa. Y en ella hay una gran cantidad de cosas que nos llenan de orgullo. Aquí hay espacios para los gustos más selectos a la vuelta de la esquina.

Estas son algunas de las cosas que nos hacen sentir que esta ciudad es la más grande, más rica y diversa de México. La más rifada, pues. #OrgulloChilango

Hoteles = Diversión

Como pueden ver en nuestra guía de hoteles, en el D.F. lo mismo puedes apartarte de la ciudad pa’ descansar del estrés, hasta hacer una cita de negocios súper exclusiva en St. Regis o echar la pasión descontrolada en el Pop Life.

La Ciudad del Arte

Todos sabemos que la Ciudad de México es la que más museos tiene. Así que, no hay pretexto pa’ no empaparse de cultura. Hay de todo y para todos. Museos privados y súper hipsters como el MODO, hasta joyas invaluables como el de Antropología y vanguardistas como MUAC.

Pero, el arte no es exclusivo de puertas cerradas, las construcciones, el arte urbano y los paisajes de Coyoacán son cosas que sólo se aprecian viviendo en D.F.

Música por todos lados

¿Se te antoja ir a un concierto de Luis Miguel? Siempre abre chorromil fechas en el Auditorio. ¿Quieres andar de hipster escuchando bandas underground? Ahí está la roma-condesa. Ahora bien, ¿se te antoja un poco defolklor mientras te empacas un mezcalito? seguramente un músico ambuante llegará a tu mesa para crear el soundtrack de ese momento en coyoacán.

En el metro, en los baños, en el camión, en el aire. ¡Aquí siempre hay música!

Ahí te dejo tus pesos…

Para nosotros lo más sabroso de ser chilangos es la comida. Sin duda. Aquí hay maravillas gastronómicas únicas en su especie: los taquitos de canasta, los de suaperro, los chupacabras, el borrego viudo y mil taquerías que nos llenan las tripas de saborusa y grasa.

Tenemos restaurantes de alta calidad como St. Pellegrino y el sazón único de la Fonda del barrio. Pa’ todos los presupuestos, antojos y tamaños. Aquí nunca falta dónde echar el monchis sabroso.

Transporte

Moverse en la ciudad es un deporte extremo en el que todos demostramos nuestra destreza. Sin importar si viajamos como sardinas en metro Pino Suárez a las 6 de la tarde, armamos el slam para poder bajar del camión, o estamos cómodamente en el asiento de atrás de una camioneta de lujo, todos podemos disfrutar de la belleza de Avenida Reforma, de la diversidad de Insurgentes – donde está el edificio más alto de Latinoamérica- monumentos, arreglos.

Quizá nos moleste el sistema de transporte público, pero en viajar -por ejemplo- en Metrobús es algo que en muchas zonas urbanas de la república quisieran vivir y nosotros lo tenemos.

Carisma

Muchos dirán que el D.F. es un desmadre, un completo caos y quizá tengan razón. Sin embargo es una ciudad alegre. A pesar de sus defectos, desborda alegría por parte de sus ciudadanos. Aquí convivimos todos, desde taxistas, obreros y viene viene, hasta ejecutivos, empresarios y magnates.

Nuestros albures, nuestro ingenio, nuestras risas, nuestras marchas, los domingos de bici en reforma. Pero también, los hipsters, los cholos, los darks, los punks, los mirrreyes, las lobukis, los G. Nosotros somos quienes hacemos que esta ciudad no sólo la más cara del país, sino la más valiosa del mundo.