Beyoncé y las otras dos chicas del grupo naufragan; pero –por suerte– llegan a una isla desierta, donde –por suerte, para nosotros– se cambian sus vestidos rojos deshilachados por trajes de amazonas súper salvajes (queremos imaginar, déjenos).

Habría sido mejor si…
Hubiera pasado más tiempo antes de que las rescataran, para que a falta de un hombre en la isla y a causa de tantas noches solas se sintieran tan desamparadas que en una de esas terminaran siendo más amigas que antes; sí, ustedes nos entienden.

La temperatura es…
Ardiente. Tan ardiente que, con el simple hecho de pensar en estar con estas tres mujeres en una isla desierta, ya estamos sudando.