Quizá para muchos el nombre de Scremin’ Jay Hawkins resulte totalmente desconocido, sin embargo, mucha de la música y los actos que vemos en la actualidad fueron influenciados de alguna forma por el trabajo de este señor quien, además de haber revolucionado la escena musical, dejó un legado de nada más y nada menos que 57 hijos.

Pero bueno, vamos por partes. ¿Quién es este Screamin’ Jay Hawkins y por qué me debería interesar? Bien, este sujeto en realidad llevaba por nombre Jalacy Hawkins, nació en 1929 en Cleveland, Ohio. Pasó los primeros años de su vida en un orfanato antes de ser adoptado. Aparentemente, su mamá decidió ‘regalarlo’ porque ya tenía demasiados hijos qué cuidar (quizá era cuestión genética esto de tener criaturas al mayoreo).

Hawkins empezó a interesarse en la música desde muy pequeño, incluso decidió enseñarse a sí mismo a tocar el piano y a los 6 años ya sabía leer música (hay gente que nace con talento).

Por algún tiempo probó suerte en el boxeo y logró tener éxito, ganando el campeonato de los ‘Guantes de Oro’ en 1943. Afortunadamente el capricho no le duró mucho y decidió abandonar este pasatiempo y estudiar ópera, pero tuvo que abandonar la carrera para unirse al ejército americano y pelear en la Segunda Guerra Mundial. A su regreso, continuó siendo boxeador, mientras su carrera musical despegaba.

Primero trabajó en Okeh Records donde no logró el éxito por su ‘I Put a Spell on You’. Después de un mes, decidió recurrir a Columbia Records, donde en compañía del staff del estudio, bebió demasiado y grabaron la canción en una nueva versión que incluía gritos, balbuceos y demás excentricidades. Así empezó el éxito de Screamin Jay Hawkins.

Alan Freed fue el encargado de convencer a Hawkins de usar atuendos macabros para darle más énfasis a su persona. Jay, solía hacer su entrada desde un ataúd, vestido de vampiro. Tomen en cuenta que esto sucedió alrededor de los 50. En esa época casi cualquier cosa era tachada de satánica y mala para la sociedad. De hecho, cuando decidió salir al escenario usando un hueso atravesando su septum, la Asociación por la Gente de Color (NAACP por sus siglas en inglés) mostraron su preocupación sobre el estigma a la comunidad Afroamericana.

Jay, lanzó varios sencillos después de ‘I Put a Spell On You’, pero ninguno logró el éxito del primero. Aunque éste lo mantuvo de gira por años y logró hacer que tuviera una aparición en Mystery Train y Perdita Durango de Jim Jarmusch.

Finalmente, Hawkins murió tras ser intervenido de emergencia en 2000. Pero queda más que claro que vivió la vida loca. Tuvo seis esposas y, como mencionamos arriba, 57 hijos. Sobre esto, cabe señalar que un grupo de personas decidió abrir un sitio en internet para conocer a los hijos de Hawkins. “Are you one of Jay´s Kids?” es la premisa de esta página que invita a los posibles hijos del artista a conocerse entre sí.

Además de su gran legado familiar, Hawkins nos heredó una nueva forma de ver y hacer música. Renovó lo que un artista puede hacer en vivo. Provocó que la gente se atreviera a ser distinta, a usar disfraces en el escenario, a gritar en las canciones y a provocar al público. ¿Creíste que Alice Cooper, Manson y Gaga habían sido los primeros en hacer esto?