Estamos celebrando que hace dos décadas, Radiohead publicó la que suele ser citada como su obra maestra, el disco que los situó formalmente en el ojo y el oído del mundo entero. Cierto, llevaban más de 10 años tocando, y hacía unos cinco años que “Creep” había sobresalido como hit de su álbum debut, pero OK Computer fue el disco que apuntaló su prestigio como una banda capaz de concentrar el espíritu de su tiempo en canciones de rock que apuntaban al futuro.

Sabemos que aquel tercer disco de su carrera –de los nueve álbumes de estudio con que cuentan hasta ahora– fue nominado en 1998 como Disco del Año y Mejor Disco Alternativo en los Grammy –categoría en la que sí ganó– y que ha figurado en múltiples ocasiones en listas del tipo “los mejores discos de la década”, “del rock”, “de música pop”, “de todos los tiempos”, pero qué ha hecho específicamente que la crítica se emocione a tal grado de desvivirse en elogios. Para intentar responder a esa pregunta, echamos un vistazo a lo que se ha escrito sobre algunas de las canciones más aclamadas de esa discografía plagada de auténticos clásicos que han acumulado en más de 30 años de existencia.

1 .- Fake Plastic Trees

Esta canción que aparece en la primera mitad del álbum The Bends suele ser citada como el claro ejemplo de que Radiohead es una banda para los agotados, los desconsolados y los hastiados de la humanidad –o sea, todos, en mayor o menor medida–, los mismos que gritamos como locos cuando escuchamos los primeros acordes. “Cuando Yorke canta ‘If I could be who you wanted’, el dolor es todo nuestro”, escribió algún crítico, y uno más, que no ha habido ni habrá una canción más perfecta sobre desamor.

2 .- Idioteque

Se ha escrito bastante sobre el efecto que consiguieron crear con las letras de Kid A, escritas con el método de escritura copy/paste que usaran los surrealistas, los dadaístas, algún beatnik y más recientemente, Kurt Cobain o David Bowie, uno que apela más al tono que al sentido. Sin embargo, por algunas frases, se ha visto en la letra de “Idioteque” una canción sobre el cambio climático. “La era del hielo podría ser literal. O podría ser una metáfora. O una frase recuperada al azar. ¿Pero qué es para ti? Eso es lo que realmente importa”, escribió el crítico Dan Caffrey, subrayando un rasgo que probablemente ha hecho de Radiohead una banda poderosamente popular: su capacidad para hablarle a mucha gente desde sus letras, pero sobre todo, desde los estados de ánimo que han encapsulado en sus canciones.

3 .- Paranoid Android

Para hablar del segundo track de OK Computer, ese por el que parecen transitar por tres distintos estados de ánimo –¡mentales!– han usado términos como “mítico” o “una muestra de la habilidad de la banda para alocarse”. La crítica ve esta canción como un verdadero manifiesto de la banda, por su audacia, su aire enigmático y su devastadora belleza. Otros más la ven como muestra de la grandeza y de la generosidad de Radiohead. Y unos más suelen decir que es la canción que basta poner para convencer a cualquiera de la genialidad de una banda que puede hacer sonar de magnífica manera frases casi adolescentes, como “la ambición te hace ver bastante feo” o “I may be paranoid/ but not an android”. Esta canción de seis minutos y medio fue el primer sencillo de OK Computer, y la banda se negó a reducir –¡por supuesto!– la duración para su difusión en radio.

4 .- There There

“En el primer sencillo de Hail to the Thief, consiguieron una canción que refleja un ataque de pánico con un tema que podría hacernos sentir ajenos”, escribió Nina Corcoran sobre esta canción. “Mientras el protagonista de la canción camina por un bosque, siente una fuerza externa jalándolo, presumiblemente hacia el mal. (…) Es la representación sonora de perder la cordura la que hace que ‘There There’ nos provoque que el escalofrío nos recorra la espalda”. También la crítica ha visto en este track uno de los más atemporales del sexto álbum de Radiohead, así como un estilo en la guitarra que la banda seguiría explorando en los siguientes dos discos.

5 .- True Love Waits

Se dice que en esta canción puede verse a Thom Yorke en su estado más frágil, y que por ello resulta lógico que cuando deciden incluirla en algún concierto, se quede a solas con su guitarra tocándola. En A Moon Shaped Pool finalmente decidieron incluir una versión de estudio luego de tocarla en vivo por un buen rato. De esta versión la crítica alabó la combinación de tristeza y languidez extremas con una base –“alberca reflejante”, llegaron a llamarle– de piano sintetizado que consiguió actualizar el poder de la banda para hacer de las relaciones heridas una cosa hermosa.