Disco
Modern Guilt (2008)

Inspirada en las estelas que dejan los aviones en el cielo y una teoría de la conspiración que afirma que éstas llevan químicos para idiotizarnos, la primera canción que escuchamos del Modern Guilt es una gozada. Se escuchan las influencias de los Beatles, de Radiohead y al mismo el sonido que Beck perfeccionó desde el Sea Change. Una rola con una batería impresionante, con texturas que rayan en lo tétrico para escucharla con audífonos de buena calidad. Es Beck en su punto más elegante y obsesivo, elegantemente obsesivo.