Llegamos al nuevo Auditorio Blackberry en punto de las nueve de la noche, emocionados por conocer sus recién inauguradas instalaciones. Nos llevamos la grata sorpresa de que el lugar, además de ser muy espacioso, cuenta con una excelente acústica. Definitivamente un venue que dará mucho de qué hablar.

El auditorio lucía vacío, pensamos que la Semana Santa sería la responsable de que todos los asistentes hubieran huído a alguna playa del Caribe. Una de cada tres personas eran parte del staff de seguridad del lugar. Parecía que el concierto sería como una película de rock en la prisión. La cantidad de elementos era excesiva y, hasta de cierto modo, invasiva.

Después de investigar un poco qué sucedía y por qué había tan poca gente, nos enteramos de que Cassius saldría a tocar hasta las 12 de la noche. Según algunos adictos alTwitter, los organizadores lo avisaron por medio de esta red social. Para los que no nos enteramos –el boleto citaba a las 21:00 hrs–, tuvimos que esperar tres horas.

(Que esta anécdota sirva para anunciar –y revisar constantemente– la hora exacta de los futurosconciertos en dicho foro).

Por ahí de las once de la noche, el auditorio empezó a lucir lleno. Después de una hora de oír a Bufi, quien abrió el concierto, por fin pudimos escuchar al dúo francés, integrado Philippe Zdar y Boom Bass. Era su primera vez en México después de casi 20 años de carrera.

Durante casi dos horas hicieron de las suyas en las tornamesas.

El público (bastante ecléctico, por cierto) bailaba, estaba muy entusiasta con los juegos musicales que proponía este par. Y es que Cassius tiene un estilo muy particular para mezclar; es como si dividiera una rola en fragmentos y entre cada espacio metiera otros ritmos perfectamente intercalados.

Así que éxitos como “I Love You So”, “Cassius 1999”, “The Sound Of Violence” y “Toop Toop” jamás se escucharon de corridito. Esto le dio al show una dinámica muy Girl Talk, mashup, aunque ellos sean más synth pop, housero.

También se escucharon rolas de Daft Punk y Chemical Brothers, entre otros.

Después de casi dos horas de concierto cerraron No somos machos, pero somos muchos con la mitad de los asistentes.

Excelente concierto el que dio Cassius. El dúo se ve lleno de energía y pasión por la música. Tienen una coordinación increíble entre ellos, además de muchas ganas de fiesta (bueno, así se mostraron al terminar el concierto: silbaron y aplaudieron para agradecer a su público).