La noche en la ciudad tenía una vibra tranquila, pacífica. A pesar del tránsito, no se sentía estrés, al menos en las inmediaciones de El Plaza Condesa todo pasaba muy en calma. Quizá fue una simple coincidencia, la imaginación de quién escribe o la energía que destila Devendra Banhart. No lo sé, pero sirvió de marco perfecto para la ocasión.

El regreso del hijo de madre venezolana y padre estadounidense provocó tal furor que su primera fecha en El Plaza fue sold out y, sus promotores decidieron abrir una segunda para que nadie se quedara sin vivir la experiencia de ver a Devendra Banhart en vivo.

Justo cuando estábamos listos para el show, nos enteramos, a través de las redes sociales que Adanowsky sería el telonero sorpresa para ambas fechas. Esto, por supuesto, incrementó la emoción, ya que Adán, ha compuesto canciones junto a Devendra, son amigos íntimos e incluso, ellos se llaman entre sí, ‘primos’. Así que, no pudo haber mejor telonero que el hijo de Alejandro Jodorowsky.

Poco después de las 8 de la noche, salió Adán acompañado únicamente por su guitarra acústica, las luces del escenario y su música. Se enfrentaba a un reto difícil que logró superar sin problema alguno. La verdad es que el carisma de Adanowsky es una particularidad que muy pocos artistas logran. En todo momento interactúa con el público, se ríe y baila. Se nota que la pasa bien con su música y eso, en verdad, se agradece.

El set de Adán fue un pequeño recorrido por sus dos discos, El ídolo y Amador, e incluyó la incestuosa ‘Mamá’, la melancólica ‘Déjame llorar’ y la amorosa ‘Amor sin fin’. Sorprendió la entrega del público al telonero sorpresa, todos los presentes cantaban sus rolas, gritaban y reían cuando bromeaba. Además, cabe resaltar que Adanowsky aprovechó la ocasión para anunciar que ya ha grabado su tercer álbum de estudio y que, espera, saldrá a principios del próximo año.

Una vez terminada la actuación de apertura, llegó el turno de ver a Devendra Banhart, la expectativa era grande. Cuando por fin salió, sucedió un fenómeno muy extraño que, honestamente, no recuerdo haber vivido en otro concierto: la gente se callaba entre sí para poder escuchar cada detalle. Fue tan sorprendente como gratificante notar que en el público todos ponían atención a lo que hacía Devendra en el escenario. Éste, por su parte, ofreció un show impecable.

La personalidad excéntrica del músico lo hizo brillas a cada instante. No necesita de adornos, ni visuales, ni juegos de luces para captar la atención del público. Devendra Banhart brilla por sí mismo. Y así lo demostró en su primera fecha en la ciudad.

El setlist quedó a deber un par de grandes rolas como ‘Santa María de la Feira’ y ‘Angelika’, sin embargo, ‘Baby’, ‘Little Yellow Spider’ y ‘Carmensita’, deleitaron a los fans de la vieja escuela, mientras que ‘Brind’ y ‘Mi Negrita’ hicieron lo propio con los neófitos.

Sin duda, la presentación de Devendra en El Plaza será difícil de olvidar para todos los fans presentes. Fue un suceso íntimo, exquisito y sin igual.