Angel Haze es una rapera que está intentando competir en uno de los mercados más saturados de la música actual: el hip hop. Por si esto no fuera suficientemente difícil, Haze se involucró en un conflicto de intereses con Island Records, su discografía, cuando éstos habían acordado lanzar su álbum en 2013, trato que no cumplieron y retrasaron el lanzamiento hasta el 2014. Esto enfureció a Haze, quien decidió filtrar el disco en la red con un bonito mensaje en twitter para los de Island Records:”sorry to Island/Republic Records but fuck you … you guys may just learn to KEEP YOUR FUCKING WORD.”

Finalmente, la disquera decidió lanzar el álbum el 30 de diciembre, es decir, en una de las peores fechas para publicar un álbum.

A pesar de ello, Haze se mantiene con la frente en alto, y tiene con qué. Dirty Gold es un álbum ambicioso que juega con la suavidad del pop para luego soltar toda la furia del rap. Es un disco que, por momentos, suena sobre producido y sin un concepto rector, sin embargo, la calidad es buena. Los tracks están producidos por Markus Dravs, quien ha colaborado con Coldplay y Sia Furier, quien ha trabajado con Rihanna.

Angel Haze es una artista que está buscando su sonido y no lo ha alcanzado aún. Pero esto no es necesariamente malo. Dirty Gold es un disco que logró superar grandes conflictos para salir al mercado y la pasión con la que Haze lucha para que el mundo lo escuche es en sí, una buena razón para darle la oportunidad.