Había una vez un festival en la playa que se definía por la música electrónica. El género lo bañaba completamente, así de cierto como que el sol en Acapulco brilla con fuerza aunque sea diciembre.
Pero este año tuvo una de las mejores noches de su corta historia y no fue precisamente por live act o un dj set, sino por las notas guapachosas de una cumbia con el poder de penetrar hasta los huesos y ponerte a bailar.
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A la vieja usanza del Vive Latino, este festival preparó en su cartel un ‘acto sorpresa’. A las 10 de la noche, en plena costa, comenzaron a sonar los timbales del inconfundible sonido de Los Ángeles Azules, quienes la rompieron anoche en Trópico 2015.
t2 (Juan Maclean. Rafael Amed Rivera)
No cabía nadie más al pie del escenario principal. Las niñas hermosas con esculturales cuerpos, piel de porcelana y trajes de baño sugerentes; y los hombres de perfil griego, con ligera barba y abdomen marcado, cedieron por igual y empezaron a mover los pies con ‘El listón de tu pelo’.
t1 (Damian Lazarus. Rafael Amed Rivera)
Mientras, Los Ángeles Azules presumían su vestuario, agasajaban sus instrumentos y se rebozaban en las ráfagas de fuego y aire que me confirmaron que ninguna banda en todo el fin de semana había traído semejante producción para lucirse en Trópico. Ni Clubz, ni Chicano Batman, ni Connan Mockasin, ni el propio Mac de Marco (todos tocaron horas antes, ese mismo día).
Ni siquiera los Rebel Cats, que debo decirlo, también se rifaron en el escenario, derrochando energía a pesar del calor de las 4 de la tarde.
t5 (Connan Mockasin. Rafael Amed Rivera)
Pero los de Iztapalapa la rompieron, repito. Por su setlist inundado de éxitos, por su interacción con el público, por sus ‘concursos de baile en el escenario’, por su carisma, por su género musical, porque todos, todos le entramos a la charanga en algún momento de la vida. Lo hubieran visto, esas pieles bronceadas pidiendo ‘otra’, levantando las manos, gritando ’17 años’, coreando ‘Cómo te voy a olvidar’. Una de las mejores noches en la historia de Trópico. No hay más.
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