Chilango

Tipos de maestros de la universidad

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Cuando entras a la universidad descubres que hay más tipos de maestros de los que pensabas, sigue estando presente el barco, el aburrido o el maldito (da click aquí para conocerlos), pero he aquí algunos de los especímenes que habitan en el campus de tu alma mater y que seguramente conoces, conociste o conocerás.

El moderno: Esta al tiro con la tecnología más avanzada, conoce mejor que tú las aplicaciones y, obvio, arma un grupo en facebook o whatsapp para que no te hagas güey con el pretexto de que no te llegó la tarea a tu correo.

El antitecnológico: A diferencia del anterior, éste apenas y puede manejar un apuntador láser (si es que se atreve a usarlo). Todavía usa proyector de acetatos y hasta con ese le falla porque pone al revés la hoja y la tiene que girar tres o cuatro veces para atinarle. Cuando se le ocurre usar un proyector de video, se tarda horas tratando de descubrir por qué no se ve la imagen, al final siempre uno de los alumnos termina ayudándole.

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La viejita tierna: Todos en el salón la aman por ser la cosa más adorable. Es atenta, si le pides ayuda fuera del salón te atiende, se preocupa por ti, siempre sonríe y se viste apropiadamente, su voz es dulce y, además, ¡su clase es buena! Obviamente la adoptas como tu “abuelita” (y así le dicen todos los demás).

El fiestero: Su calidad académica puede variar de un caso a otro, el rasgo que lo distingue como tal es que se apunta a los planes que armas con tus amigos, o para no sentirse fuera de su terreno él arma la fiesta e invita a un grupo selecto. Si es joven puede funcionar, pero no sucede así cuando es una onda de chavorruqués. Una variante de esta especie  no hace fiestas, te invita a reuniones de más nivel, con vinito y toda la cosa. 

La sexi-porque-es-inteligente: Deja tu su apariencia o edad (digo, son variantes que pueden potenciar el encanto), esta Mujer (así, con mayúscula) te enamora con su gran conocimiento, su dominio del tema despierta en ti pasiones hasta ahora desconocidas, la atracción es mayor cuando se muestra segura de sí misma y nubla de tu vista a tus compañeras. No estoy seguro si esta categoría también aplica para los maestros ¿ustedes qué dicen?

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El fantasma: No es porque dé miedo, más bien el condenado no se aparece por el salón en casi todo el semestre (trimestre, cuatrimestre, o lo que sea). Aunque a veces neta desearías tener clase, aprovechas este tiempo muerto cuando no hiciste la tarea de la siguiente materia, aunque por lo general lo usas para poner en práctica tus habilidades sociales, eso en caso de que no se le ocurra mandar en su representación a uno o más ayudantes.

El insignificante: No todos los maestros rifan, de hecho hay algunos que no te enseñaron nada, por eso con el paso del tiempo olvidas su nombre y su rostro.

El chingón: Afortunadamente no todos son así, y en tu camino encontrarás a varios profesores que nunca vas a olvidar porque, de una u otra manera, fueron parte importante de tu formación.

La hippie: De que sabe, sabe, pero a veces su espíritu libre se deja llevar y olvida por completo del propósito de la clase, al grado de que terminas abrazando árboles (lo cual es raro a menos de que estés en una disciplina afín a la naturaleza) y hasta conociendo a profundidad su vida íntima. 

Los ayudantes: Sería falso decir que únicamente hay un tipo de ayudante. Para empezar puede ser oficial o no (o sea, que la facultad lo reconoce o que por pura buena onda le hace el paro al maestro/a), puede ser inteligente y aportar algo o ser un “lameloide” que tiene como único fin cargar el equipo y pasar lista.

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¿Qué otro tipo de maestro agregarías a la lista?