Prepara tu boda y echa la casa por la ventana.

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¿Te encuentras en la etapa en la que ya le diste el anillo de compromiso a tu novia y tu siguiente meta es juntar para solventar la boda? A veces, es tal tu enamoramiento que no mides las consecuencias, pides la mano de quien será tu esposa sin tener en qué “caerte muerto”; lo bueno es que tienes una familia numerosa y amigos que te brindan su apoyo. Pero, ¿a quién escoger como padrino para que no se ofenda y te ayude con los gastos del bodorrio?

Seguro elegirás a los que han estado contigo toda la vida, con quienes sabes que cuentas en las buenas y en las malas. Y sí, tienes suerte de vivir en esta época; antes la cosa era diferente. Años atrás se acostumbraba tener sólo tres padrinos (velación, arras y anillos), que el suegro (papá de ella) pagara la boda por el civil y el consuegro (papá de él) la celebración de la ceremonia religiosa, una tradición ya no tan común al menos entre los chilangos.

Que no se te olviden los anillos. (iStock)

PARA JURAR AMOR ETERNO

Actualmente, la mayoría de las familias mexicanas hace la “cooperacha” para echar la casa por la ventana y armar la fiesta en grande, o mejor dicho, se consigue padrino de tocho morocho: pastel, salón, luna de miel, vestido, traje, sin dejar de lado al de anillos, arras, lazo, cojín, ramo, Biblia, rosario y, obviamente, al de bebida –éste último no puede faltar–, porque su papel es de suma importancia para lograr un brindis perfecto.

Para muchos, y más aún para los adultos mayores, el encanto de asistir a un “casorio” no es precisamente la fiesta, sino la misa, pues el momento más emotivo es cuando los novios se dan el tan anhelado “sí”. Pero tú sabes que para esta nueva generación la atracción principal es la fiesta, convivir, bailar, celebrar y llegado el instante, levantar las copas para recibir con el brindis todos los buenos deseos de tus cuates.

A punto de jurar amor eterno. (iStock)

Chocar las copas fuertemente y lograr que el líquido pase de una copa a otra simbolizaba que no había veneno y quienes brindaban, podían beber con tranquilidad.  Esa costumbre se originó en el siglo IV a. C., por los romanos. Hoy se brinda por algo especial o para festejar un logro, como llegar al altar.

¿Tienes listos tus votos? (iStock)

Todo brindis necesita de un lindo lugar lindo para realizarse, así que uno de tus padrinos debe ser el de salón, que aunque no simboliza nada en especial, debe ser alguien que te quiera mucho y que le sobren unos cuantos miles de pesos en el banco, pues no cualquiera va a hacer ese gasto por ti. Ahora, no creas que sólo los padrinos deben de ser tus amigos, la novia también debe darle ese “privilegio” a sus más íntimas amigas o leales expretendientes, porque seguro que dejó a uno que otro suspirando por ella.

Así el peso del patrocinio no recaerá sólo en tus cuates. Ese gusto por apoyarlos tiene que ser compartido. Aprovéchate de que el número de padrinos no se restringe como antaño, pueden ser los que quieras, ¡no hay límite!

¿Quién será tu padrino de boda? (iStock)

EL TESORO DEL GRAN DÍA

Ahora, un padrino especial, pero muy especial es aquel que se la rifa y se compromete a poner la bebida de la fiesta. No es tarea fácil, ¿eh?, se trata de alguien que conozca tus gustos y sepa si el brindis es mejor con champaña, vino blanco o tinto. Aquí seguramente varios de tus amigos se apuntarán para ser el elegido de la bebida. Incluso, para que ninguno se sienta mal, puedes proponer que entre varios se cooperen, con tal de que este importante “tesoro” no falle en la fiesta.

Tus amigos, los mejores padrinos. (Shutterstock)

¿Qué hay del brindis?

Como se trata de una importante labor, debes ayudar al aventado porque aunque él sea muy movido y creativo, va a necesitar a un experto. Ahí entras tú para salvarlo y le pones sobre la mesa la idea de que se acerque a La Europea, pues con su Programa de Bodas & Eventos ofrece una gran variedad de opciones con un servicio 100% personalizado en todas sus sucursales. Tu súper padrino no tendrá ni qué preocuparse por llevar el cargamento, pues ellos hacen la entrega a domicilio y hasta le van a bonificar el 10% de toda la compra en una tarjeta de regalo. Incluso, si el elixir no se acaba, podrá regresar el producto que no se utilizó y así optimizar su compra. No sólo tendrá el honor de ser tu padrino de brindis, también saldrá beneficiado. Vivan el momento al máximo y que el futuro matrimonio sea todo un éxito.

Haz que tu boda sea la mejor y aprovecha este increíble servicio.

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