Chilango

Lujambio en el país de las maravillas

El problema de ser casi siempre el país del mundo con el primer lugar en todo lo malo -ejemplo la obesidad- es que cuando lees que México es el último en algo, suspiras y echas a volar tu imaginación; después te enteras y vuelves a la realidad. 

Resulta que México se ubica en el último lugar de calidad y desempeño educativo de los 65 países que integran la OCDE, según los resultados de la prueba PISA 2009.

En términos generales tenemos la cabeza dura. 

El examen reveló que -en comparación con el 2000- los conocimientos de los estudiantes de nuestro país cayeron 6 puntos en ciencias, al pasar de 422 puntos a 416. En lectura ocupamos el lugar 49, en matemáticas el 51 y en ciencias en el 46. Calculen esto sobre 65.

Aunque, bueno, en algunas cosas no estamos tan mal: en matemáticas subimos 32 puntos -de 387 a 406- y en lectura tres -de 422 a 425-. Claro que esto sería muchísimo más optimista si el máximo de la evaluación no hubieran sido 700 puntos.

Pues sí, en términos generales tenemos la cabeza dura. Y lo peor es que tenemos autoridades educativas que deciden que las medidas para ser mejores estudiantes son estas:

<a href="https://www.youtube.com/watch?v=xbFcUriSaJk">https://www.youtube.com/watch?v=xbFcUriSaJk</a>

A pesar de los números, parecería que nuestro secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, vive en una realidad alterna, porque, según él, los resultados son una muestra de que el país "va en el sentido correcto aunque no a la velocidad que quisiera".

Óraleee, ¡qué positivo, nuestro gobierno federal!

Ustedes opinan como él o de plano piensan que en México sí somos medio burros…