Chilango

Justo como lo imaginábamos… y más.

Konami

La espera está llegando a su fin y ya todo está listo para el lanzamiento de Metal Gear Rising: Revengeance, título ubicado temporalmente cuatro años después del icónico Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots.

Konami nos invitó a una sesión con el juego terminado para poder probarlo antes de su salida, y he aquí nuestras impresiones.

EL CAMBIO A LA ACCIÓN

Si eres seguidor de la saga de Metal Gear y piensas probar Revengeance, lo primero que notarás es el cambio tan brusco del sigilo a la acción, gracias a la intervención del equipo de Platinium Games, a quienes seguro conoces por títulos como Okami, Bayonetta, Vanquish o Anarchy Reigns.

Si reconociste alguno de estos nombres entonces sabrás cuál es la especialidad del estudio: los juegos de acción y hack and slash. Y una vez que jugamos Revengeance por varias horas, es innegable que Hideo Kojima y su estudio tomaron una excelente decisión al dejar en manos de Platinum esta entrega de Metal Gear.

El cambio que dicho estudio le imprimió a la saga es acertado desde que se despega del tradicional sigilo para irse de lleno a la acción desenfrenada por los escenarios.

UN CYBORG NINJA LLAMADO RAIDEN

El aliado de Solid Snake, Raiden, es el protagonista de este título, y además su personalidad y características daban pie a un cambio de juego.

El fuerte de Revengeance es, entonces, el combate: podrás destazar (literalmente) a tus enemigos usando movimientos que cualquier samurái hubiera envidiado, así como alguno que otro corte “táctico” para alcanzar la energía que tus enemigos tienen almacenada en ciertas partes de su cuerpo, como la columna vertebral.

La visión que tienes al cortar a tus enemigos es siempre en tercera persona, y tienes dos formas de hacerlo: mediante ataques con direcciones predeterminadas o un “modo libre”, el cual es un poco complicado de entender, y sólo la práctica te hará dominarlo.

Metal Gear Rising: Revengeance (Konami)

En el “modo libre” el juego entra en una especie de atmósfera tipo Matrix, donde todo se pone en cámara lenta. Ahí, podrás manipular la perspectiva para darle dirección a tus cortes y una línea naranja te dicta en dónde cortarás a tus enemigos. Esto te servirá para hacer cortes en lugares precisos (lo cual da pie a escenas espectaculares y obtener energía de lugares específicos de su cuerpo, como ya lo mencioné), así como hacerlo muchas veces seguidas para no darles oportunidad de moverse e infringirles mucho daño.

El fuerte de Revengeance es, entonces, el combate

Y, claro, este no podía ser un juego de Metal Gear sin un poco de estrategia. El “modo libre” también sirve para seguir tus tácticas, con las cuales hallarás puntos débiles en los enemigos o incluso usar el escenario a tu favor, destruyéndolo para obstaculizar o dañar a los hostiles.

Hay que usar este modo con mucha cautela, porque además de que gasta la energía de Raiden, también es complicado de dominar y puede que no sea el más adecuado en todas las situaciones.

Algo que particularmente me gustó mucho es que puedes cortar mientras corres, por lo que no te tienes que detener para entrar en combate. Esta simple característica provoca mucha más variedad en la acción, así que lo agradecerás.

Por supuesto, podrás contraatacar y realizar diversos combos que no son fáciles, pero tampoco imposibles.

SIN DESCANSO

Desde su anuncio, la acción fue el estandarte de este título y la versión final no nos decepcionó, como puedes leer.

La velocidad es otro de esos puntos clave de Revengeance

La velocidad es otro de esos puntos clave de Revengeance, por lo que podrás correr muy velozmente, al estilo del parkour, evitando obstáculos sin frenarte. También podrás mejorar las características de Raiden mediante puntos que obtienes al finalizar cada nivel, permitiendo la personalización del título dependiendo tu forma de juego.

Pero esto no sería un Metal Gear sin un poco de camuflaje y sigilo. Es cierto que la acción predomina, pero en algunas secciones deberás ser muy sigiloso (y por supuesto esconderte bajo una caja) para sorprender a los enemigos.

Pero bueno, dejemos un poco de lado los puntos formales de Revengeance y vamos a ver realmente cómo está el juego. Dale clic a “siguiente”.