Después de siete meses, Diego Fernández de Cevallos fue liberado.
Esta tarde, a eso de la 1, todos corrimos a prender la tele para corroborar que López Dóriga anunciaba que el ex candidato a la presidencia de México por el PAN estaba libre.
Y sí, poco después, en la TV apareció un Jefe Diego muy barbón (al que todo el mundo confundió con Santa Claus) diciendo –todo benevolente, tanto que ni se la creemos– que perdonó a sus secuestradores.
"Tengo una actitud perfectamente definida: vivir para adelante, sin miedos, sin cobardías, sin arrogancias, pero con definición y con valor".
El abogado ya puso a trabajar a las autoridades ("tienen una tarea pendiente", dijo) para que investiguen qué rollo con su secuestro, "pero sin abusos, sin atropellos, sin flagelaciones".
Y pues Felipe Calderón, quien se puso contento con la noticia, ya le echó la chambita a la Procuraduría General de la República. Otros que están felices –dicen– son los panistas, quienes emitieron un comunicado súper emotivo (uno que podría hacer llorar a cualquiera que estuviera distraído): "estos siete meses de desaparición de Diego representaron una etapa de angustia y preocupación. Su ausencia constituyó un motivo de zozobra pero también de esperanza de que regresara con vida a reunirse con su familia".
Fernández de Cevallos fue secuestrado en mayo pasado. Ahorita ya tiene 69 años.
Qué light resultó este señor, ¿no creen?