Hay pocos momentos en donde el arte y el entretenimiento coinciden, BioShock más que una nube de balas es una experiencia que te adentra en una narrativa, un mundo y una historia fascinante. La aventura es ubicada en Rapture, una ciudad sumergida que constituye la distopia soñada por un megalómano. Y el ambiente haría babear a cualquier artista, es completamente Art Decó.
Más allá de un sistema de juego con armas y poderes originales, este título es un placer al ojo y al oído. La música nostálgica es el fondo perfecto para los espacios llenos de colores, luces y sombras. Otro de los puntos más originales de esta travesía eran los enemigos, tanto los Big Daddy como los Splicers parecen haberse escapado de las más alocadas fantasías.