La verdad ya es un clásico de clásicos, si piensas en FPS el título te viene a la mente. Como el nombre medio lo anuncia, lo chido del juego es que no eras un pobre diablo frente a cientos de enemigos, digo, dicha idea es buena para los que tienen complejo de Rambo pero también hay otras opciones, como bien lo logró Battlefield: ser parte de una unidad de combate.
Había muchas estrategias para acabar con el ejército rival pero nada mejor que tomar un jeep o un avión y aplicar el clásico Kamikaze.
En sus tiempos jugarlo online causó noches en vela, pero los nerds-geeks (esa raza tan peculiar e increíble) se emocionaban porque los mapas eran históricamente correctos. Jugar la segunda guerra mundial nunca fue tan divertido.