Chilango

12 lecciones que nos dejó ¡Oye, Arnold!

Nickelodeon

Para muchos fue la mejor caricatura de los 90 porque cada capítulo, a pesar de durar tan solo 11 minutos, dejaba alguna lección. Además, tenía todos los elementos de una buena historia: personajes que sentías que conocías, amistades entrañables, un amor imposible y problemas que no dejan de ser actuales. 

No es sorpresa que todos los fans de la caricatura se volvieran locos cuando Nickelodeon anunció que los personajes regresarán en 2017 con la película Hey Arnold!: The Jungle Movie.

Para celebrar esto y que el niño de cabeza de balón llegó a nuestras vidas hace veinte años —la caricatura inició transmisiones en octubre de 1996– decidimos recopilar las mejores lecciones que nos dejó. 

1. El amor es complicado y puede sacar lo mejor (y lo peor) de ti

Helga es el ejemplo perfecto de lo que no se debe de hacer cuando te gusta alguien. Sin embargo, a pesar de que molesta a Arnold mientras tiene un altar hecho de chicles de él –esto la vuelve algo obsesiva– también saca lo mejor de ella porque trata de ayudarlo sin que se dé cuenta y gracias a su amor platónico escribe versos en secreto.

2. Es difícil vencer tus miedos más grandes, pero vale la pena hacerlo

Varios episodios de la caricatura se enfocan en la importancia de no permitir que tus miedos te controlen. Uno de los más emotivos es cuando el Chico del Pórtico logra vencer su fobia y puede caminar fuera de este espacio inspirado por Arnold.

3. Los mejores amigos son importantes para sobrellevar las decepciones

Gerarld siempre está ahí para Arnold con algún buen mito urbano, para ayudarlo cuando las cosas no salen como esperaban o si tiene alguna decepción emocional frente a las realidades de la vida.

4. También lo es la familia

Muchas de las moralejas de esta caricatura las aprendimos gracias a los abuelos de Arnold: desde no creer en las supersticiones hasta aceptar a las personas (por más diferentes que sean) que caen en la casa-pensión en la que viven. La pareja es algo excéntrica, pero los dos se preocupan por él e intentan ayudarlo con sus consejos.

5. Es importante valorar a las personas que nos importan y demostrárselos

La amistad entre Phoebe y Helga es complicada, en especial porque la segunda es muy demandante y la primera muy complaciente. Sin embargo, cuando algo malo le pasa a Phoebe, Helga aprende a valorarla más. 

6. No hay que ser presuntuoso porque a veces se está arriba y otras abajo

Esta lección la aprendimos de la niña fresa del grupito: Rhonda. Todo el tiempo presume lo rica que es, hasta que se va a la quiebra. A pesar de que es algo pasajero y no se vuelve precisamente accesible, se da cuenta de que el dinero no es algo que define a las personas. 

7. Aunque hay personas que hacen cosas malas, siempre nos encontraremos con otras que hacen cosas buenas y nos devolverán la esperanza

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Uno de los episodios más tristes de la caricatura es el del Hombre Paloma, quien es un indigente dedicado a cuidar aves, sin embargo Harold destruye su aviario y tras esto él decide abandonar la ciudad. Cuando se despide de Arnold le dice que las personas pueden hacer cosas malas, pero también hay quienes realizan buenas acciones y nos devuelven la esperanza.

8. Hay que mantenerse positivo y ser una buena persona, incluso cuando las cosas no salen como esperábamos

En todos los episodios Arnold está intentando hacer cosas por los demás, pero sus buenas acciones no siempre logran arreglar el mundo. Esto no lo desanima y siempre mantiene su actitud positiva y logra ver lo mejor de las personas a su alrededor.

9. Tenemos que saber alejarnos de lo que nos daña, y pedir ayuda si no podemos hacerlo

La caricatura se caracterizó por retratar problemas sociales, desde bullying hasta adicciones. Uno de las capítulos gira alrededor de un niño dependiente al chocolate y tiene que recurrir a Arnold para dejarlo porque la adicción es tan grande que si no tiene esta comida la busca en los basureros y tiene crisis de ansiedad. En realidad el capítulo es una metáfora para la drogadicción y la retrata a la perfección. 

10. Los opuestos se atraen

Helga y Arnold y Phoebe y Gerarld tienen algo en común: personalidades contrastantes que de una u otra manera se complementan. A pesar de que ninguna de estas parejas se concretó nos dejaron la lección de que una clave para que funcionen las relaciones es respetar la individualidad del otro. 

11. La importancia de estudiar para ser mejor en la vida

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La inteligencia y disciplina de Phoebe la convertían en un rol a seguir porque a pesar de sus aventuras siempre se mantuvo concentrada en la escuela. Otro ejemplo es cuando Arnold se convierte en tutor de Torvald y lo inspira a prepararse para poder cumplir sus sueños.

12. No debe importarte lo que los demás piensen de ti

Cada uno de los personajes tiene alguna peculiaridad que los hace únicos y al final de cada episodio la moraleja era que debemos aprender a querer las cosas que nos hacen diferentes a los demás, ya sea nuestra inteligencia, sentido del humor o hasta una fuerte personalidad.

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