Chilango

Montessori del Pedregal

Este colegio se siente sin pretensiones: no hay guaruras afuera, no van las nanas ni los choferes a recoger a los niños y sus convivencias son eso, espacios para convivir con otras familias y la naturaleza con juegos tan simples como comer una dona que cuelga de un hilo, cachar globos con una toalla o decorar pastelitos. Sus ambientes —o salones— reflejan este espíritu: amplios, bien iluminados, sin pizarrones electrónicos ni computadoras, pero dispuestos con material ordenado y bien cuidado, así como mascotas —hay tarántulas, erizos, pericos y muchos peces— o plantas que a veces miden más de metro y medio de altura. Sin ser puristas de lo Montessori —hay mochilas y loncheras con dibujos animados— se apegan mucho al método; los niños tienen periodos ininterrumpidos de trabajo de unas tres horas, no hay tiendita pero los viernes todos los salones de taller (primaria) preparan su refrigerio en la escuela, no se organizan paseos grupales pero sí tienen salidas en pequeños grupos a museos y son responsables y conscientes de sus acciones. Es un colegio integrado desde sus orígenes, que acepta a niños con Asperger, autismo leve, hipoacusia o Síndrome de Down. Hay tenis y karate, con costo adicional.

Horario: 7:00 a 13:30 hrs.