El arbitrario ejercicio de escoger las cinco mejores obras de teatro es imposible, porque aseguro que no hay un sólo crítico que haya visto toda la producción nacional, que es vasta, diversa, amplia, a veces espléndida y a veces para llorar.

Por eso, desde esta trinchera propongo “mi” top 5 de las obras que tuve el gozo de ver en este agitado 2014 y que me encantaron.

Aquí van.

5. Los Locos Addams

Podría haber sidoWicked,pero jamás pude asistir a una función. Lamento no poder escribir de ella porque tuve muchas buenas referencias de la producción mexicana.

Otros musicales destacan, pero por su nivel de chafez:MameyLa era del rock–o como se llame el engendro que produce Gerardo Quiroz-. Para este humilde redactor, el mejor musical del año fue Los Locos Addams. Un solo elemento bastaría para hacerla gozable: la revelación de que Jesús Ochoa puede ser un gran actor de musicales.

Después viene el desempeño discreto y eficaz de Susana Zabaleta; unos números deliciosos y plenos de humor; además de un reparto talentoso. Y lo mejor que te puede dar un musical: la sensación de felicidad cuando sales del teatro.

4.El principio de Arquímedes

Diego del Río poco a poco se ha ido consolidando como uno de los mejores nuevos directores de la escena teatral mexicana. Son inolvidablesTribusoProyecto Chejov: Vanya, dos proyectos hermosos por su factura y texto.

El principio de Arquímedesfue una gran demostración de su capacidad para concebir un espectáculo teatral integral y de dirigir actores con un reto de por medio: la compleja estructura cronológica de la obra, que le debe mucho, hay que decirlo, a la dramaturgia del inevitable Harold Pinter. Diego del Río lo logró y por eso está en este recuento.

3.No fue precisamente Bernardette y El hijo de mi padre

Dos espectáculos unipersonales sintetizaban y magnificaban –por más que parezca una contradicción- el talento, creatividad y potencia dramática de un actor: Adrián Vázquez.

Con dos propuestas radicalmente distintas –un texto de humor guarro basado en Bukowsky y la dolorosa remembranza de un niño tijuanense-, Vázquez recrea universos antagónicos en estos dos monólogos o espectáculos unipersonales, pero unidos por el grandísimo talento de un actor como hay pocos, un actor que además dirige y escribe (y no lo hace mal, podría ser un gran dramaturgo).

2.¿Quién teme a Virginia Woolf?

Estuvo poco tiempo en cartelera, pero la reposición del clásico de Albee, con Blanca Guerra y el increíblemente talentoso Álvaro Guerrero, merece su lugar en este top 5.

Daniel Veronese –sí, el famoso director argentino- concibió una estructura musical para esta tremenda tragedia americana, que oscilaba entre el dolor, la risa o el patetismo. Además, Adriana Llabrés como Linda confirmó que es una de las mejores actrices jóvenes del teatro mexicano.

1. Aquí y ahora

Inquietante, “entre Polansky y David Lych”, la obra de Catherine-Anne Toupin, es una enloquecedora exploración de una mente colapsada. Las espléndidas actuaciones de Antón Araiza, Conchita Márquez, Marco Silva, Pablo Perroni y principalmente, Mariana Garza (sorpresa entre sorpresas), muy bien guiados por el gran Hugo Arrevillaga, le hacen ganar un espacio entre las mejores obras del año.

Ustedes ¿qué obras vieron y qué opinan al respecto?