Los Locos Addams, el musical de Broadway

Teatro InsurgentesArray

Insurgentes Sur No.1587

Col. San José Insurgentes

Tel. 5611-4253

$1275 - $646
 
Los Locos Addams, un musical de Broadway.(Javier Rincón /Chilango )
Por Roberto Marmolejo 
Uno de los musicales que le han dado la vuelta al mundo, llega al DF.

jue 20:30 h, vie 20:30 h y dom 18 h.        

Obertura. La televisión estadounidense tiene una impronta: crea series televisivas que se convierten en íconos culturales. Es el caso de Los Locos Addams, inspirada en los personajes de Charles Addams, historietista del The New Yorker en los 30.

Su fino sentido del humor, la irreverencia y ahora diríamos, sarcasmo políticamente incorrecto (avanzado para su época), la convirtieron en una serie entrañable en apenas sus dos años de duración (1964-1966). ¿Cómo olvidar a Morticia, seductora pero amorosa madre? ¿Al tío Lucas y sus obsesiones? ¿A Largo bailando twist con Merlina?

Primer Acto. En 2010, la familia Addams se convirtió en musical en Broadway con resultados aceptables; al menos conservaba el espíritu freak e irreverente de la serie.

La versión mexicana se estrenó en octubre con Jesús Ochoa (Homero) y Susana Zabaleta (Morticia) a la cabeza del reparto.

La locura es aceptar que Ochoa, quien sostiene gran parte del show, goza su personaje y se nota. No tiene voz, pero su “recitado” está entonado. En cada canción que interpreta se percibe el esfuerzo por hacer y quedar bien. Se agradece. Él mismo señaló para la revista Chilango: “Hay musicales para cantantes y bailarines y hay musicales para actores”. Toda la boca llena de razón y su trabajo justifica los dichos.

La “sensual” Zabaleta no resalta particularmente, pero su trabajo es atinado y sin mayor complicación. Atinado como todo el primer acto de este musical, que intenta trastocar los valores tradicionales de la familia con sustos de Halloween. Y aunque pretencioso el intento, no resulta chocante: la música, letra y desempeño del reparto completo, evitan cualquier tipo de desastre en escena.

Segundo Acto. A pesar de estar sellado con el humor paródico, el sarcasmo fino y humor negro, incluso en el musical de Los locos Addams tenemos que chutarnos una historia de amor, que si bien se perfila en el primer acto, en el segundo se instala plenamente para que –irremediablemente- se cuele lo cursi y la agilidad y fluidez se pierdan.

Un número salva de la absoluta aburrición: el Tango del Amor. Otra vez, el dueto Ochoa-Zabaleta muestran su colmillote y encanto.

Hay algo que uno agradece de quien sí sabe hacer musicales (te hablan Gerardo Quiroz): el show es una perfecta máquina que trabaja con mucha calidad y precisión en las interpretaciones y la producción es impecable y sin tacañerías. *Truena los dedos dos veces*.