5 Mujeres Usando el Mismo Vestido

Telón de AsfaltoArray

Calle de Perpetua No.4

Col. San José Insurgentes

Tel. 56150598

 
?Vuelta, vuelta, vuelta...!(Azteca Teatro )
Una producción de Azteca Teatro dirigida por Raúl Quintanilla.

 Por José Velasco

¿Existealgo más intrigante que la cháchara malediciente de un grupo de solteronas querondan los treinta? La realidad es que detrás de ese chismorreo frívolo yvenenoso, hay una fuerte carga de honestidad: la malicia femenina posee unalectura descarnada, -y muchas veces cínica- del entorno social. Por otra parte:¿Cuál es el evento por excelencia donde afloran (de manera soterrada) lafalsedad, la hipocresía y los prejuicios sociales? La respuesta es fácil: lasbodas.

Elguionista Allan Ball (escritor de la serie Six Feet Under, True Blood y American Beauty)entendió muy bien esta oposición y la utilizó como fórmula para crear unasituación dramática: Fran (Cecilia Ponce), Meredith (Marimar Vega), Trisha(Paola Núñez), Gina (Griselda Contreras), y Mindy (Erika de la Rosa), son lasdamas de compañía de la novia. El día de la boda coinciden en la habitación deMeredith (hermana de la novia) y se enfrascan en una serie de situacionescómicas y un tanto absurdas. Cada una está caracterizada por rasgos que lasalejan de "la gente bien": Fran es una niñata cristiana y recalcitrante;Meredith es la hermana insatisfecha y medio punk de la novia;  Trisha se ha acostado con un montón dehombres; Mindy es una lesbiana tragona y vigoréxica; y Gina es una gorditaacomplejada. Mientras observan a través de una ventana lo que ocurre con losinvitados, se adentran en un proceso de aceptación que comienza por reírse desí mismas. 

Laescenografía de Philippe Amand reproduce una habitación ocupada por una cama yun par de mesitas de noche. Está además una amplia ventana, a través de lacual, las chicas observan el ridículo desfile de personajes que asisten alcasamiento. La dirección de Raúl Quintanilla es atinada: conjuga diferenteselementos sin saturar al espectador de una estética rosa y sentimental, yrespeta el tono sarcástico de Allan Ball. Sin embargo -hay que decirlo- elespectáculo no es nada del otro mundo. Cumple su función de entretener ydivertir. Aunque para un público más exigente, esta puesta en escena no dejaráde ser otra comedia burda y complaciente.