Fue una noche de Enero. Las luces rojas se encendieron. Jawas,
ewoks, gamorreanos y jedis se reunieron. El vicio y la perdición por todo el
lugar se esparcieron.
El club Bordello de Los Ángeles se transformó temporalmente
en la cantina Mos Eisley del puerto espacial Tatooine. La brillante marquesina
con plácemes anunciaba el show Star Warz. A ritmo de fanfar, los integrantes de
la banda local On Blast revivieron a la Cantina Band, mejor conocida por
forajidos y pilotos rebeldes como Los Modal Nodes
Una velada organizada por Courtney Cruz (bailarina de burlesque desde 1993, seguidora y
artista de vaudeville) y su proyecto The
Devil’s Playground
(instalación mensual temática deliberadamente exagerada), famoso
en todo Los Ángeles por su provocativo y ultra-sexy entretenimiento teatral de
variedad. Ganador del Best burlesque show
del 2009 otorgado por LAWeekly. Entre su baraja de seductores y bizarros
espectáculos destacan: “Comic Book Vixens”, “Tales From the Crypt”, “Video Game
Girls”
, “Gods of Rock”, entre otros.

Solo pasaron dos meses desde que las mamacitas de Devil’s
Playground por primera vez tomaron por asalto a los personajes de Star Wars, mucho sucedió desde entonces.
El éxito de la primera presentación obligo a Courtney Cruz a mover de lugar el
renovado show al Music Box en Hollywood. Con una capacidad millas espaciales más
grande que la de Bordello, la tropa fue capaz de transformar el espectáculo en toda
una experiencia. Personajes adicionales, flamante vestuario y un ardiente
escenario, corrieron a cargo de Carlos Flores.
La transformación más estelar se produjo en la historia. La
primera gala se trato de performances
conectados entre sí por MC Matthew McCallum. En esta ocasión McCallum la hace
de Han Solo; recientemente congelado en carbonita. Físicamente atrapado, su
mente hierve, y con cada monologo que se avienta dicta la pauta a cada acto.
Obi Wan
detrás de las tornamesas. Un poco de glitch hop adornado con samplers de  ciencia ficción y referencias al filme se deja escuchar. El
abrir de una cortina revela el interior de la Estrella de la Muerte, un
respirar pesado. Forrado en spandex, Darth
Vader
(Charlotte La Belle Araigne) hace su imponente aparición imperial. Su
majestad gira su sable de luz al ritmo de una rutina disco. De pronto C-3PO
(Lucy Fur) y R2-D2 (Sin Fisted) aparecen. El larguirucho androide menea los
senos mientras el bajito astromecánico se libera de su maquinaria para dar paso
a una sensual y eléctrica contorsionista.
El némesis de Han Solo yace desparramado fumando de una
narguila mientras una presencia encapuchada merodea tras bambalinas. Jabba the
Hutt
(Scarlet O’Gasm) lentamente se despoja de su mórbido cuerpo dejando ver un
bikini de cadenas. La capa con capucha devela su misterio, la Princesa Leia
(Olivia Bellafontaine) rompe las cadenas de la opresión de Jabba y vistiendo su
bikini-arnés de cobre se arrastra como minina por el escenario.

Para concluir la odisea, la propia Courtney luce sus
bellos tatuajes y con casco de Stormtrooper aparece con pistola en mano. Rifles
láser se levantan de entre la multitud. La exclamación del público es tan
fuerte que despierta a Han Solo de su gélido letargo.

Una juguetona mezcla de strip
tease
clásico infusionada de cultura pop y una evidente pasión por las
artes de la seducción. Courtney y sus chamacotas te dejaran queriendo más. 

 

 

 

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