Sobreviene una catástrofe en la ciudad. Un grupo de personas, que incluye al público, permanece en un refugio, entre vestigios urbanos –tambos, ruedas, tubos–, donde inicia el movimiento y la creación a través del cuerpo que lleva a la supervivencia. Así comienza Traces, un espectáculo experimental que llega por primera vez a México.

El colectivo Les 7 Doigts de la Main se fundó hace ocho años en Montreal con ex miembros del Cirque du Soleil, circo canadiense conocido por su sorprendente despliegue de acróbatas y efectos que, además, se ha convertido en un éxito financiero sin precedente. «Buscábamos ser creadores y no solamente artistas», nos cuenta Sébastien Soldevila, fundador del colectivo y crítico contra la maquinaria teatral de su grupo anterior: «La idea era crear un tipo de circo con menos maquillaje, luces y escenografía para, dentro de las dimensiones del cuerpo y con personajes de la vida real, conectar con la gente en espacios íntimos». Desde su primer espectáculo, Loft, quisieron diferenciarse en ese sentido: invitaban al público a interactuar con ellos en una habitación donde las personas eran las protagonistas.

El nombre del colectivo viene de la expresión francesa “los cinco dedos de la mano” que actúan coordinados por un fin común. Lo adaptaron por ser siete los creadores: Isabelle Chassé, Shana Carroll, Patrick Léonard, Faon Shane, Gypsy Snider, Samuel Tétreault y Soldevila, todos con formación profesional en circo. La creación es su derrotero a partir de la mezcla de acrobacias aéreas, música, teatro y danza con un alto nivel técnico. Sébastien se ha especializado en la acrobacia mano a mano durante los últimos 20 años, siempre con la misma pareja. Él califica esta mezcla de artes como «un circo no tradicional y más humano», y ya se ha llevado principalmente a Europa pero también a Asia, Austria y América Latina.

Este año se presentaron en el Festival Cervantino con uno de sus espectáculos, La Vie, «una especie de cabaret negro –narra– en el que el público asume estar muerto mientras un maestro de ceremonias juzga el valor de sus vidas».

En esta nueva propuesta, el espectáculo integra al público dentro del supuesto refugio apocalíptico donde ellos deberán reunir los objetos o los rastros que necesitarían para reconstruir la ciudad. Es un concepto joven pues se juega con el arte de la calle, como el skate, el parkour y el baloncesto. Se tradujeron los diálogos al español e incluso se adaptó el humor al estilo latinoamericano. Traces propone la creación del cuerpo frente al desastre.

Experimental. Teatro Metropólitan, Independencia 90, Centro, 5510 1035, mié 9 y jue 10, 20:30 hrs; vie 11 y sáb 12, 21 hrs; sáb 12 y dom 13, 17 hrs, $349-811.