La historia del circo tiene un antes y un después del Cirque du Soleil, la compañía canadiense que sorprendió en los noventa, al público alrededor del mundo con un espectáculo vanguardista, que si bien conserva la tradición del circo de carpa, contiene ingredientes innovadores: su show no incluye animales adiestrados, es temático, hay música en vivo y sus actores son profesionales de la maniobra circense.

Fue en 1998, la primera vez que el público mexicano vio Dralion, el espectáculo que la compañía québécois eligió para darse a conocer en nuestro país. Hoy ese dragón-león que representa la unión de dos culturas (la china milenaria y la occidental), regresa para recordarnos la filosofía oriental sobre la que está cimentada este show: la búsqueda de la armonía del hombre y la naturaleza.

Con actos en trapecios, malabarismos, sus característicos Pas de deux aéreos, chinas contorsionistas y 11 disciplinas más, nos presenta escenarios basados en los cuatro elementos: de lo alto verás caer al escenario seres que representan, agua, aire, tierra y fuego, con bailes exóticos chinos y seres salidos como de una obra surrealista.

El cirque es el parteaguas que nos desprende de la obsoleta costumbre de aplaudir al maltrato animal que nos presenta a elefantes que se levantan en una patita o a un domador que golpea el lomo de un “manso” tigre.

MUCHAS GRACIAS A TODOS POR PARTICIPAR EN LA TRIVIA, LOS BOLETOS SE ACABARON.