La iluminación también es como otra cereza en el pastel, es
increíble lo que la iluminación puede hacer para darle intensidad a la obra.
Logra un efecto como de creación de espacios, pero en realidad lo que hace es
delimitarlo y apoyar al espectador a sentirse de una forma u otra, a poner su
atención en un punto y a simular objetos, como ventanas, por ejemplo. La tarea
del iluminador también es un reto importante, ya que también contribuye a la
creación de la atmósfera.