El vuelo de las imágenes

La razón de su importancia es el disfrute increíble que nos regala: El Vuelo de las Imágenes consta de más de 400 piezas, precolombinas y novohispanas, con espectáculos visuales hasta ahora únicos en el mundo. Son sutilísimos artefactos de imaginario religioso, con la peculiaridad de estar rellenos, en su enteridad, de plumas aviarias.

Si usted entra a la muestra y no se encuentra con estas maravillas de principio, no hay de qué preocuparse; además de los recuadros plumarios, hay varias piezas (se recomiendan, en lo particular, las de Luis Lagarto) con el tema aviario o una libre interpretación del mismo: volar, escribir (con plumas), imaginar, dedicarse al Reino de los Cielos.

La exposición es muy cuantiosa y está armada de forma sobria y elegante. El espectáculo fundamental está en la piezas, maravillas irisibles y tornasol que mantienen su brillo a pesar del paso del tiempo. La mayoría fue creada a mediados del siglo XVI, y debió haber sido increíble (en su sentido más literal) ver estos colores y patrones en aquel momento de historia. Son genialidades de la artesanía, quizá las piezas más hermosas (salvo las monumentales prehispánicas) en la historia de nuestro país.

Decía fray Bartolomé de las Casas: 

"... lo que parece sin duda exceder todo ingenio humano y cuanto a todas las otras naciones del mundo será más nuevo que raro, tanto más debe ser admirado y estimado, es el oficio y arte que aquellas gentes mexicanas tan bien y perfectamente obrar saben, de hacer de pluma natural con sus mismas naturales colores asentada, todo aquello que ellos y otros cualesquiera excelentes y muy primos pintores pueden con pinceles pintar".

El arte plumario, se sabe de cierto, fue un fenómeno completamente novohispano, mexicano para decirlo sin academisismos, que se trató por pocos años y se perdió en colecciones privadas de todo el mundo. El MUNAL tardó años en localizar y coleccionar las piezas, que en su exposición se reúnen por primera vez.

Por su calidad de única, rarísima y extraordinaria, vale la pena como pocas cosas en la ciudad. 

Vayan.